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POLÍTICA

Juan Grabois, el elegido de Cristina y Máximo Kirchner, y la sorpresa de la outsider que inquieta a todos los partidos

El cierre en la provincia dejó más dudas que certezas. El piquetero se perfila como carta fuerte del kirchnerismo, mientras Mariana Brey despierta la atención de todos.

Juan Grabois

El cierre de alianzas en la provincia de Buenos Aires mostró un peronismo dividido pero aún con capacidad de orden. Tras arduas negociaciones, el cristinismo, el massismo y el espacio de Axel Kicillof sellaron un acuerdo con el compromiso de que cada paso futuro —desde las listas legislativas hasta los concejales— deberá tener el aval tripartito. La métrica del control refleja la desconfianza interna.

Desde su departamento en Constitución, Cristina Kirchner sigue cada movimiento con atención quirúrgica. Conserva diálogo con Sergio Massa y da instrucciones a su hijo Máximo, pero ya no oculta su desdén hacia el gobernador bonaerense. A Kicillof, según su entorno, no le perdona haber abandonado la consigna «Cristina libre». Hoy, lo considera un socio por obligación, no por afinidad.

El escenario electoral del 7 de septiembre definirá 46 bancas de diputados y 23 de senadores en la Legislatura provincial, además de cargos municipales. Pero la mira del kirchnerismo está puesta más allá: en las listas nacionales para octubre.

El nombre que se impone en el cristinismo

El elegido es Juan Grabois. El dirigente social, abogado y referente del Frente Patria Grande agrada tanto a Cristina como a Máximo por su discurso intransigente, su fidelidad y su defensa pública de la ex presidenta. Fue, junto a Eduardo Valdés, uno de los primeros en acompañarla a Comodoro Py cuando terminó su mandato en 2015. Su eventual candidatura a diputado aparece como un mensaje directo a la tropa propia: blindaje ideológico y lealtad garantizada.

Pero su postulación incomoda al massismo y al kicillofismo. Massa aún intenta sostener su eje discursivo moderado y teme perder votos si Grabois se posiciona como figura visible. Kicillof, por su parte, busca imponer su propio sello, «Movimiento Derecho al Futuro», y teme que la irrupción del dirigente social mine su estrategia.

Cristina y la outsider que intriga a todos

Mientras tanto, una figura inesperada comienza a resonar: Mariana Brey. La conductora de televisión sorprendió con su participación en programas políticos y fue medida por encuestadoras cercanas al PRO y a La Libertad Avanza. Su nombre apareció incluso como posible rival en Quilmes, lo que generó inquietud en el entorno de Mayra Mendoza, protegida de Cristina y posible candidata a gobernadora en el futuro.

Cristina decidió entonces conocer a Brey en persona. Según fuentes cercanas, la expresidenta quedó impactada por su personalidad firme. Aunque aún no hay definiciones, el interés despertado por la periodista indica que todos los espacios están en busca de una figura externa que pueda captar el voto desencantado.

El cierre con LLA y los nombres que todavía faltan

En paralelo, el PRO cerró su acuerdo con La Libertad Avanza en la provincia. Sin embargo, no todos los intendentes quedaron conformes. Mientras Soledad Martínez (Vicente López) logró sintonía con el candidato libertario local, Javier Martínez (Pergamino) se mostró reacio y coquetea con la línea de los Passaglia en San Nicolás, más crítica del kirchnerismo y distante del mileísmo.

Sebastián Pareja, Diego Santilli, Cristian Ritondo y Guillermo Montenegro trabajaron en los últimos días para ordenar el frente, pero aún quedan diez días para presentar listas completas y los cruces no cesan.

Mientras tanto, desde Nueva Jersey, Mauricio Macri siguió todo a la distancia. Presenció la semifinal entre Chelsea y Fluminense en el MetLife Stadium, acompañado por Ronaldo. Desde la tribuna, observa un cierre que todavía tiene varios capítulos por escribir.