El regreso de Mauro Icardi a los entrenamientos del Galatasaray no pasó desapercibido. Después de varios meses de inactividad en Argentina, el delantero volvió a ponerse la ropa de entrenamiento, pero su estado físico encendió las alarmas. La prensa y parte de la afición turca lo vieron con varios kilos de más, y no tardaron en buscar responsables. El foco, esta vez, cayó sobre su actual pareja, la China Suárez, a quien acusan de ser una «mala influencia» en su preparación.
Ocho meses lejos de las canchas y cerca de los escándalos
Durante su estadía en el país, el rosarino debió enfrentar una grave lesión ligamentaria que lo alejó de las canchas entre ocho meses y un año, pero también atravesó problemas personales y mediáticos que afectaron su recuperación. Aunque tenía pautado un riguroso plan de fisioterapia, con sesiones de gimnasio, natación y kinesiología, los conflictos judiciales, las peleas sentimentales y la tentación gastronómica argentina lo alejaron de sus compromisos físicos.
Icardi reconoció haber trabajado “algo”, pero no fue suficiente. Entre cafecitos, tortas y facturas, la recuperación se desdibujó, y eso ahora se nota en su figura. Si bien aún queda tiempo para el reinicio de la competencia oficial, en Estambul ya dudan de su estado para volver a competir al más alto nivel de la Superliga de Turquía.
El enojo turco: silencio para él, críticas para ella
En Turquía, Icardi es ídolo absoluto. A pesar de haber jugado muy poco en la temporada 2024/25, fue llevado a los festejos del título y ovacionado como si hubiese sido el héroe. Pero ese amor no es compartido con su pareja. Según la prensa local, mientras a él nadie le cuestiona su físico, la China Suárez carga con las críticas: la señalan como la responsable del “descuido” del delantero por el supuesto “frenesí romántico” que viven juntos.
Comparaciones con Wanda y advertencias de los medios
El contraste con Wanda Nara, su ex pareja y antigua socia comercial, también alimenta los comentarios. Muchos recuerdan que con ella, Mauro “estaba más centrado”. Ahora, con la actriz argentina, los medios turcos lo ven “menos comprometido” y advierten que si el nivel en cancha no mejora, la tolerancia podría acabarse.
Por lo pronto, Icardi deberá enfocarse en recuperar su estado físico si quiere volver a ser protagonista en Galatasaray. En un club que lo adora, pero que también exige resultados, el romance y la relajación podrían volverse un arma de doble filo.
