La crisis diplomática entre Brasil y Estados Unidos sumó este sábado un nuevo capítulo, luego de que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva acusara a su par estadounidense Donald Trump de violar los principios de soberanía entre naciones, tras las sanciones impuestas por Washington contra el juez Alexandre de Moraes, presidente del Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF), y su entorno.
«La interferencia de un país en el sistema de justicia de otro es inaceptable y viola los principios básicos de respeto y soberanía entre las naciones», escribió Lula a través de su cuenta oficial en X, en un mensaje directo a la administración norteamericana que lidera Trump, cada vez más alineada con el expresidente Jair Bolsonaro.
Sanciones a jueces y nueva escalada diplomática
La reacción del mandatario brasileño se conoció luego de que el secretario de Estado, Marco Rubio, informara la revocación de las visas de de Moraes, otros jueces del STF y sus familiares. En el comunicado oficial, Rubio acusó a la Corte brasileña de haber ejecutado una «caza de brujas política» contra Jair Bolsonaro, quien esta semana fue sometido a arresto domiciliario y al uso de una tobillera electrónica por orden judicial.
Rubio sostuvo que el accionar del STF no solo afecta a los brasileños, sino que “se extiende más allá de las costas de Brasil para atacar a los estadounidenses”, en alusión a supuestas restricciones a la libertad de expresión que afectarían a redes y plataformas con sede en Estados Unidos.
Lula endurece su posición y defiende la democracia brasileña
«Ningún tipo de intimidación o amenaza, de nadie, comprometerá la misión más importante de los poderes e instituciones nacionales, que es actuar permanentemente en defensa y preservación del Estado Democrático de Derecho», señaló Lula, en un mensaje que buscó reafirmar la independencia del Poder Judicial brasileño frente a las presiones externas.
El respaldo del presidente brasileño al juez de Moraes refuerza la narrativa de defensa institucional ante lo que considera una operación internacional coordinada para debilitar la causa judicial contra Bolsonaro. Lula ya había evitado referirse directamente al caso del expresidente en días anteriores, pero esta vez apuntó con claridad contra Trump y su entorno.
Aranceles, amenazas y carta directa a Bolsonaro
Las tensiones no se limitan al plano diplomático. A partir del 1 de agosto, Estados Unidos aplicará un arancel del 50% a todos los productos brasileños que ingresen a su mercado. La medida fue anunciada por la Casa Blanca como represalia por la persecución judicial a Bolsonaro, en lo que se interpreta como una guerra comercial y política entre los dos principales países del continente.
En paralelo, Trump publicó en Truth Social una carta dirigida a Bolsonaro en la que criticó al Gobierno de Lula y reclamó el fin de lo que calificó como un «régimen ridículo de censura». «Lo seguiré de cerca», advirtió el presidente republicano.
Brasil resiste la presión y Lula mejora en las encuestas
Lejos de debilitarse, Lula parece capitalizar el conflicto. Según la última encuesta de Quaest, la aprobación de su gestión creció en medio de la ofensiva estadounidense, mientras que la desaprobación cayó cuatro puntos. La narrativa de defensa de la soberanía y del sistema judicial frente a las presiones de Trump parece haber calado hondo entre los votantes brasileños.