La reconocida boxeadora Locomotora Oliveras atraviesa un delicado estado de salud tras haber sufrido un accidente cerebrovascular (ACV) que generó fuerte preocupación en el ambiente deportivo y en sus seguidores. Su hermano, Jesús, brindó un emotivo testimonio en Radio Mitre, donde relató el dramático momento en que su familia descubrió lo sucedido.
“El hijo la fue a despertar y se encontró con esta situación catastrófica, estaba desesperado, llamó a la ambulancia que llegó enseguida y se encontraron con este cuadro”, contó con la voz visiblemente quebrada. Según detalló, la rapidez en la atención fue clave, aunque lamentó un detalle que podría haber marcado la diferencia: “Lo malo es que lo tuvo a la madrugada, que un ACV te agarre durmiendo, ese es el verdadero peligro”.
Jesús explicó que cuando un accidente cerebrovascular ocurre mientras la persona duerme, el diagnóstico y tratamiento se retrasan: “Si es tratado enseguida, seguro que te llevan al centro de salud, la mala suerte que le agarró durmiendo”.
Actualmente, Locomotora Oliveras se encuentra internada bajo cuidados intensivos, mientras su entorno más cercano pide respeto, privacidad y energía positiva para su pronta recuperación.
Figuras del deporte, del espectáculo y cientos de fanáticos se volcaron a las redes sociales para manifestar su apoyo y admiración por la campeona mundial, que tantas veces demostró fortaleza arriba del ring. Ahora, enfrenta una nueva batalla, fuera del cuadrilátero, que pone a prueba su inquebrantable espíritu de lucha.
Fuerte relato
“Mi hermana viajó a Santa Fe con su hijo Alexis. Ese día estaban charlando, viendo una película, todo bien. Le dijo: ‘Levantame a las 9 a.m. que tengo que ir a jurar por lo de constituyente’. Al otro día, cuando la fue a despertar, estaba tirada en la cama, confundida. Ahí llamó a la ambulancia, que respondió rápido: en 10 minutos llegó. No podía mover la mitad del cuerpo”, relató Jesús con angustia.
El relato revela cómo el cuadro neurológico se desencadenó de manera repentina y devastadora. “Nos llamaron a nosotros y fue una negación total. La pude ver al día siguiente, porque pude hablar con ella. Hablaba, recordaba. Estaba confundida”, agregó sobre los últimos minutos de conciencia de la Locomotora Oliveras.