La jueza Julieta Makintach, suspendida y señalada por su presunto involucramiento en un documental sobre el juicio por la muerte de Diego Maradona, atraviesa días clave. Su renuncia al cargo aún no fue aceptada por el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, lo que mantiene abiertos los plazos del juicio político en su contra.
Mientras tanto, la Comisión Bicameral de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios notificó a su defensa sobre las acusaciones. La jueza tiene ahora dos semanas para presentar su descargo. Si no hay una respuesta favorable antes del cierre de ese plazo, el proceso de enjuiciamiento avanzará. Una vez iniciado, la renuncia ya no podrá ser aceptada por el Ejecutivo y el destino de la magistrada sería la destitución.
Fuentes cercanas a la jueza indicaron a Infobae que hubo cierto alivio tras conocerse que las acusaciones no serían tan graves como se temía inicialmente. Sin embargo, los cargos incluyen “mal desempeño”, “incumplimiento de deberes” y “posibles comisiones de delitos”, lo que representa un escenario complejo para Makintach. Los denunciantes son figuras públicas como Fernando Burlando, Florencia Arietto y Fernando Míguez, además de la Procuración.
El documental y las acusaciones
El caso comenzó a tomar forma a partir de la filtración de imágenes de un documental titulado Justicia Divina, protagonizado por la propia jueza. Según se desprende de la investigación, las grabaciones se realizaron dentro del Palacio de Tribunales y durante el juicio por la muerte de Maradona. En ese marco, la jueza habría participado activamente en las tomas sin autorización oficial y usando recursos públicos.
El documental fue registrado en febrero de este año por el guionista Juan Manuel “Chavo” D’Emilio y María Lía Vidal Alemán. Ambos sostienen que la idea inicial era mostrar a Makintach como figura judicial y humana. Sin embargo, con el inicio del juicio oral, comenzaron a registrarse imágenes dentro del edificio judicial. Esto fue considerado una falta grave a la imparcialidad que requiere su cargo.
La situación escaló hasta provocar la anulación del juicio por la muerte de Diego Maradona. El escándalo forzó la suspensión de Makintach por parte de la Suprema Corte bonaerense en mayo. Luego, el jurado de enjuiciamiento ordenó su apartamiento preventivo y un recorte del 40% de su salario.
Expectativa por la decisión del Gobernador
La estrategia de la defensa se centra en evitar el avance del juicio político. En ese sentido, su abogado Darío Saldaño insiste en que la renuncia presentada hace más de dos meses debe ser aceptada. A su vez, señala que la jueza se encuentra bajo licencia y que no puede realizar actos judiciales, lo que justificaría su desvinculación del cargo.
El futuro inmediato de Makintach está en manos del gobernador Kicillof. Desde su entorno, se especula que tomará una decisión al límite del plazo, lo que mantiene la tensión en aumento. Si el gobernador no actúa antes de que la presidenta de la Corte, Hilda Kogan, convoque una reunión para la admisibilidad de pruebas, la opción de renuncia se esfuma y el jury avanzará sin posibilidad de retroceso.
Paralelamente, la magistrada enfrenta un proceso penal en San Isidro por su participación en el proyecto audiovisual. Allí cambió de representación legal y ahora es defendida por Nicolás Urrutia, abogado conocido por llevar el divorcio de Jesica Cirio.
? JUEZA MAKINTACH: EMPEZÓ LA PERICIA A LOS TELEFONOS DE LOS PRODUCTORES DEL DOCUMENTAL
— Vía Szeta (@mauroszeta) July 2, 2025
– Mientras se define si el gobernador le acepta la renuncia, empezó la pericia a los teléfonos de los productores del documental.
– Buscan reconstruir quienes estaban al tanto del negocio. pic.twitter.com/VhePN5UyRO