Iveco, una empresa clave en el mercado automotriz de gran porte en el país, anunció la venta a un grupo indio, Tata Motors. Sin embargo, la compra no será total, ya que previamente la compañía se desprenderá de su negocio de defensa (IDV y Astra), condición previa para que la firma de la India adquiera el resto en 4300 millones de euros. La operación se terminaría de concretar a inicios del año que viene, luego de una revisión de los organismos de control.
El acuerdo estima que Tata IDV (Iveco Defence Vehicles) se convierta en el nuevo operador de la división militar de Iveco, lo que implica un traspaso de activos y capacidad operativa de la firma en materia de vehículos blindados y de transporte especializado. Los especialistas sostienen que con esta operación, habrá consecuencias en toda la estructura regional del grupo.
Pero el mayor impacto se da en Argentina, donde Iveco tiene una alta penetración sobretodo en Córdoba, gracias a la fabriación de camiones y motores de variado tamaño. Según trascendió, la producción local continuará, aunque bajo una nueva administración, lo que abre interrogantes sobre el futuro de los trabajadores y el nivel de inversiones que Tata destinará al complejo. No obstante, desde la nueva firma buscaron llevar tranquilidad a los trabajadores.
El impacto de la operación de Iveco
A nivel corporativo, Iveco prometió mantener sus líneas de negocio en transporte de carga y pasajeros, así como su red comercial en la región. El argumento esgrimido por la empresa para llevar a cabo la transacción fue mejorar la posición financiera del grupo y redirigir inversiones hacia tecnologías menos contaminantes, como los motores eléctricos y a gas.Sin embargo, tanto en lo local como lo nacional no faltaron voces que lo vincularon a la política económica de Javier Milei.
Las proyecciones hechas al momento de la compra estiman que con este cambio, Tata podrá llegar a ventas combinadas de 540 mil unidades por año, las cuales representarán ingresos conjuntos de 25.400 millones de dólares. La firma india no para de crecer, al punto que tiene presencia ya en 125 países y cuenta con plantas en India, Sudáfrica, Tailandia y el Reino Unido, entre otros.