Un fuerte revuelo generó la decisión de la China Suárez de acompañar a Mauro Icardi a Turquía. Benjamín Vicuña no dejó que sus hijos Magnolia y Amancio se fueran a vivir con su madre, razón por la que la actriz cobró venganza y desde sus redes sociales tildó al chileno de “mal padre” y “adicto”.
Si bien Benjamín Vicuña ha preferido no manifestarse al respecto públicamente, lo cierto es que no perdona a la actriz. Fue Guido Záffora en El Observador quien reveló: «Están atentos a un paso en falso de la China porque se la tienen jurada. Alguien cercano a él me dijo que Benjamín nunca le va a perdonar a Eugenia el posteo vinculado a sus adicciones”.
“A mí me contaron ¡Y lo voy a decir! ¡Lo van a negar, pero yo puedo afirmar que me dijeron ‘que la China cuide sus movimientos mediáticos, porque legalmente el bufete está incómodo ante tanta mediatización! Es el doctor Agustín Rodríguez ¡Lo van a negar, pero tengo la información fidedigna!’”, aseguró.
“Ella borró el posteo contra Vicuña después de muchos días, y para mí esa es la condición que se puso para que las partes se vuelvan a reunir y vean cómo continúan con el tema del permiso de los menores para que salgan del país. Porque, evidentemente, Benjamín con eso no va a dar marcha atrás ¡Está caliente como una moto! Y si no lo sacaba ni siquiera negociaba”, siguió.
“El ida y vuelta dejó entrever que el clima entre la China y Vicuña no mejora y que cualquier movimiento se lee como un mensaje directo. Es que el posteo de Eugenia fue de mal gusto, por eso mismo no es loco, con el escenario de las últimas semanas, que un equipo de abogados diga ‘che, bajen un poco la espuma, porque no está bueno, se está convirtiendo en una riña de gallos pública’”, continuó.
“Si decidió no accionar legalmente ahora contra ella, es porque no quiere alimentar el fuego mediático, pero cuando las aguas se calmen, irá por todo. La quiere destruir. Está enfurecido, no hay vuelta atrás. Con lo de las adicciones, sintió que fue un golpe bajo, especialmente por exponerlo frente a sus hijos mayores. Tuvo que hablar», sentenció Guido Záffora.
