Se trata, sin lugar a dudas, de uno de los periodistas más importantes del mundo del espectáculo de nuestro país. Y es que Daniel Ambrosino ha sabido muy bien de qué manera ganarse el cariño del público que lo sigue a través de la pantalla de América TV.
Pero durante un tiempo estuvo alejado de los medios de comunicación a raíz de un problema de salud que lo viene afectando. De esto se encargó de hablar en A la Tarde, el programa que lleva adelante Karina Mazzocco a través de la mencionada señal. «Los divertículos se producen en el intestino, que está revestido como de unas bolsitas, y cuando se infectan o se inflaman te producen hinchazón y no podés ir al baño. Entonces corres el riesgo de que pueda explotar y generar una infección interna fatal», comenzó aseverando.
«Yo había tenido varias internaciones anteriormente. Es muy doloroso, te empezás a hinchar y te baja mucho en ánimo. En mayo, el cirujano que me fue a ver en el Finochietto, me dijo ‘zafaste de no entrar a quirófano directamente’. La diverticulosis la podés tratar de manera intravenosa o con antibióticos vía oral», expuso Daniel Ambrosino.
«Mi cirugía duró entre tres y cuatro horas. Yo tenía pánico de entrar al quirófano, pero teniendo en cuenta la experiencia de mi hermano que también sufre de esto, programé de operación para el 30 de junio. A partir de ahí estuve internado una semana, me dieron el alta el domingo 6 de julio y el martes me desperté con un dolor de cabeza muy fuerte, me sentía raro, y me empezó a doler la herida en la panza. A la noche levanté fiebre y me dijo que fuera para la clínica. Tenía una infección en la incisión», lanzó.
Inmediatamente, Daniel Ambrosino decidió ir por más. «Ahí me agarró mucha angustia. Los médicos me dijeron que era superficial, que era una bacteria suave, no podía perjudicar en nada a la operación en sí misma. Me cortaron parte del intestino para sacar la parte enferma, donde estaban los divertículos. Pero lo que me hacía tener miedo era pensar que esa infección podía afectar el procedimiento interno. Salí nuevamente de la internación el 16 de julio», disparó.
«La cabeza te juega en contra también. Cuando me dieron el alta seguía preocupado porque yo vivo solo, por más que mi hermano pasaba por mi casa, yo me hacía las curaciones solo. La angustia es inexplicable e intransferible. El cirujano me dijo que durante dos o tres meses voy a sentir como pinchazos internos porque se está cicatrizando todo adentro», sentenció.
