Este lunes, la Secretaría de Finanzas anunció que el Gobierno Nacional logró adjudicarse 3,788 billones de pesos a través de una licitación extraordinaria luego de recibir ofertas por un total de 3,799 billones de pesos. Desde el Gobierno consideran que estos pesos «no estaban justificados» en la actual demanda de dinero genuina y que sustentaba el desequilibrio del clima previo a las elecciones.
«Esta licitación contribuyó a completar el objetivo de absorción monetaria luego de la suba de encajes implementada por el Banco Central«, anunció el secretario de Finanzas, Pablo Quirno. El Gobierno habría absorbido una mayor parte de los pesos «sobrantes» de la licitación anterior, aunque con una diferencia de 2 billones de pesos.
La Secretaría de Finanzas anuncia que en la licitación del día de la fecha adjudicó $3,788 billones habiendo recibido ofertas por un total de $3,799 billones.
— Pablo Quirno (@pabloquirno) August 18, 2025
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Esta licitación contribuye a completar el objetivo de…
El análisis de las consultoras
«Fue una licitación atípica, con un solo instrumento y dirigida exclusivamente a los bancos. El bono Tamar terminó saliendo a un spread bajo, del 1%, relativo a lo que fue la licitación de la semana previa (6.0%-7,5%). Esto era esperable ya que era el único instrumento elegible para cumplir con la integración de los nuevos encajes», afirmaron desde el equipo de Research de Puente. Para los consultores, la tasa del 1% «implica una tasa real muy alta en términos históricos».
Por su parte, la consultora 1816 consideró que «no es claro qué indicador de agregado utilizó el Banco Central para plantear sus operaciones de mercado abierto o política de encajes». «La entidad parece moverse en función del tipo de cambio», señalaron en su análisis.
Asimismo, Invecq apuntó que a través de su estrategia actual, el Gobierno «podría consolidar un nivel elevado para las tasas de interés en los próximos meses» cerca del período en el que restan vencimientos de deuda en pesos por aproximadamente 9 billones de pesos. La consultora señaló que esta estrategia, si bien está dirigida a frenar la presión sobre el dólar y sostener los niveles de inflación, «al mismo tiempo incrementa el riesgo de una mayor desaceleración en la actividad económica que podría llevar al Gobierno a un escenario de elevada tensión financiera en las elecciones».