La Policía de Brasil reveló que el expresidente Jair Bolsonaro planeó solicitar asilo político en Argentina ante el gobierno de Javier Milei. El hallazgo apareció en un teléfono confiscado durante la investigación por intento de golpe de Estado.
El documento, sin fecha, mostraba que Bolsonaro se consideraba víctima de una “persecución” por motivos políticos. La acción buscaba protección internacional frente a un juicio que podría derivar en una condena de hasta 40 años de prisión. Este hallazgo generó un nuevo capítulo en la crisis política brasileña.
Denuncia por coacción al Supremo
La Policía Federal de Brasil también denunció a Bolsonaro y a su hijo Eduardo por coacción al Supremo Tribunal Federal. Según la acusación, habrían intentado torpedear el juicio por golpismo con apoyo de Estados Unidos.
Las autoridades describieron los hechos como delitos de coacción y “tentativa de abolición del Estado democrático de derecho”. El informe fue entregado al juez Alexandre de Moraes, encargado del proceso. Su contenido se hizo público este miércoles.
Juicio por golpismo y medidas cautelares
El caso comenzó hace unas semanas tras indicios de coacción y obstrucción de la justicia. Bolsonaro, en prisión domiciliaria, había incumplido medidas cautelares, como usar tobillera electrónica y evitar las redes sociales.
El juicio penal contra Bolsonaro por liderar un intento de golpe que buscaba impedir la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva iniciará el 2 de septiembre. Eduardo Bolsonaro defendió sus gestiones en Estados Unidos, donde buscó que Trump favoreciera a su padre.
La intención de solicitar asilo político a Javier Milei refleja la magnitud de la crisis judicial. Analistas señalan que muestra la estrategia de Bolsonaro para protegerse frente a un proceso que podría cambiar la política de Brasil.
El caso mantiene en tensión la política brasileña. También refuerza la atención sobre el juicio por golpismo contra Jair Bolsonaro y sobre las posibles repercusiones del pedido de asilo en la relación con Argentina.
