Tras semanas de haber anunciado su separación y, posteriormente, su divorcio, Nicolás Vázquez rompió su silencio frente a las cámaras. Esta vez no fue para dar detalles de su vida privada; al contrario. Fue tajante al revelar que tomó una decisión tan difícil como necesaria para lograr tener una vida tranquila alejada de las controversias.
El actor argentino reveló que no volverá a conceder entrevistas. Su anuncio sonó como un cierre definitivo a la exposición pública. El detonante vino por la confesión de infidelidad de su ahora expareja, Gimena Accardi, quien insistió en contar toda la intimidad ante los medios de comunicación, aunque él no estuvo de acuerdo.
En este sentido, Nicolás enfrentó una marea de preguntas sobre el futuro de su vínculo, la posibilidad de una reconciliación o qué pudo llevarlos al quiebre. Fue allí cuando, sin rodeos, declaró: “Dije que no voy a hablar más, gracias por respetarme”, marcando un límite ya que están circulando rumores de que tiene un amorío con Emilia Attias.
Aunque muchos esperaban que respondiera sobre sus sentimientos o moviera una ficha tras la tormenta mediática, el actor eligió apartarse del ojo de la farándula. En tanto, confirmó el divorcio, pero enfatizando que el episodio emocional queda cerrado desde su privacidad.
El entorno del espectáculo rápidamente leyó ese “no” como una señal de agotamiento y, también, de estrategia. Entre colegas y periodistas circulan versiones: algunos creen que se trata de un legítimo pedido de privacidad, mientras que otros especulan con que busca controlar el impacto mediático a futuro, sin ruido ni titulares polémicos.
Esta decisión no sólo redefine su rol ante la prensa, sino también el tono que quiere darle a lo que empieza a ser su nueva etapa; pues ya se conocieron las primeras imágenes de su vida como soltero, por lo que no quiere ceder ante la presión mediática.