La oposición en el Senado le dio un golpe inesperado al oficialismo al rechazar el veto presidencial a la Ley de Emergencia en Discapacidad, lo que obliga al Ejecutivo a promulgarla en un plazo de 10 días. El traspié político llega en medio de la tensión económica y en la previa de las elecciones bonaerenses, un escenario que complica aún más al Gobierno.
En la Casa Rosada reina la cautela. Con Javier Milei de viaje en Estados Unidos para reunirse con empresarios, los funcionarios más cercanos al Presidente optaron por ganar tiempo y postergar cualquier definición hasta después de los comicios en la provincia de Buenos Aires. “Cuando nos llegue la ley, veremos”, respondieron desde el entorno presidencial, evitando precisiones.
La votación en la Cámara alta, que contó con 63 votos a favor y solo 7 en contra, marcó un hecho inédito: la oposición consiguió revertir un veto presidencial, reinstalando una norma que Milei había rechazado con el argumento de preservar el equilibrio fiscal. La decisión no solo reabre el debate sobre el financiamiento de las políticas de discapacidad, sino que también dejó expuesta la fragilidad parlamentaria del oficialismo.
Cuál será la jugada del Ejecutivo
En Balcarce 50 se analizan distintas alternativas, aunque anoche ganaba terreno la idea de no avanzar con una judicialización inmediata. Inicialmente, el Gobierno había amenazado con acudir a la Corte Suprema para declarar nula la sesión. Sin embargo, altas fuentes libertarias admitieron que esa opción perdió fuerza por su inviabilidad. “No creo”, deslizó un legislador clave de La Libertad Avanza.
El contexto electoral también condiciona la reacción. Las encuestas en la provincia de Buenos Aires muestran a Fuerza Patria por delante y el oficialismo teme un impacto negativo adicional en el electorado si profundiza la disputa en torno a un tema tan sensible como la discapacidad. Por eso, el plan sería dilatar cualquier decisión hasta después de los comicios, aunque los plazos legales apremian.
El Gobierno perdió la agenda del Senado
La sesión del Senado también dejó otra señal de alerta para el Gobierno: la media sanción de un proyecto que modifica el régimen de los Decretos de Necesidad y Urgencia, herramienta clave para Milei en un Congreso adverso. Si la iniciativa avanza en Diputados, podría limitar aún más la capacidad de maniobra del Ejecutivo en el segundo tramo del mandato.
En este marco, la estrategia oficial parece clara: ganar tiempo, evitar definiciones en caliente y recalcular tras la elección bonaerense. El desafío de Milei será administrar un frente político cada vez más complejo. Y con una oposición que encontró la forma de golpear al Gobierno donde más le duele: en el Congreso.