El sistema financiero argentino llegó a las elecciones bonaerenses con un escenario marcado por la suba abrupta de tasas de interés y la consecuente reevaluación de los créditos para empresas, consumo e hipotecas. El clima de volatilidad, potenciado por la desactivación de las Lefis y la incertidumbre electoral, forzó a las entidades bancarias a revisar condiciones, frenar líneas y ajustar su oferta de financiamiento.
Entre julio y septiembre, las tasas pasivas saltaron más de 15 puntos porcentuales. El Banco Nación, que en julio pagaba 30,5% anual por plazos fijos, ofreció en septiembre 47%. En el Banco Macro pasaron del 30 al 47%, y en el Banco Galicia de 29,5% a 44%. Estos niveles implican un aumento de entre $12.000 y $15.000 en rendimientos por cada millón invertido a 30 días.
El encarecimiento del fondeo golpeó al crédito empresarial: en agosto, el financiamiento a compañías cayó 2,3% en términos reales, la primera baja en 15 meses. Los adelantos de cuenta corriente, recurso clave para mipymes, retrocedieron 10,3% real, según LCG.
Consumo más débil y morosidad en alza
El crédito al consumo también sufrió la presión de las tasas. Aunque los préstamos personales y el uso de tarjetas aún muestran crecimiento interanual, agosto registró la menor suba en más de un año. Al mismo tiempo, los indicadores de morosidad comienzan a reflejar la tensión sobre los ingresos de las familias, lo que amenaza con frenar un motor clave de la actividad económica.
De acuerdo al Informe Monetario del BCRA, el crédito al sector privado creció apenas 0,4% real en agosto, el nivel más bajo del último año. En paralelo, el consumo con tarjetas avanzó 3,6% frente a julio, pero con un 19% del presupuesto familiar ya absorbido por las cuotas, según Empiria, los límites de financiamiento empiezan a tensionarse.
El boom hipotecario se enfría
El segmento hipotecario, que había repuntado en los últimos meses, también entró en revisión. Según el BCRA, los préstamos con garantía real crecieron 5,7% en agosto, liderados por los créditos UVA para vivienda, que subieron 9,2%. Sin embargo, varias entidades suspendieron temporalmente sus líneas para recalibrar condiciones.
El Banco del Chubut pausó más de diez días su línea hipotecaria para redefinir tasas, aunque ya la reactivó. Su presidente, Paulino Caballero, explicó: “Iniciamos la tercera renovación, pero las tasas de referencia estuvieron volando. Tenemos que recalibrar las condiciones”.
El Banco Ciudad también interrumpió su oferta hipotecaria para redefinirla. Desde mayo había otorgado $252.000 millones en 2.800 créditos UVA, con tasas que llegaban a UVA + 9,9% para compra de primera o segunda vivienda en el AMBA y otras provincias. En paralelo, prepara líneas para compra en pozo bajo el sistema de hipoteca divisible.
Expectativa puesta en las elecciones bonaerenses
La tensión financiera que atraviesa el mercado se da en la previa de las elecciones en Buenos Aires, un test clave para el Gobierno de Javier Milei. Consultoras y bancos internacionales remarcaron en las últimas horas que el resultado definirá el nivel de confianza política y económica con el que el oficialismo llegará a octubre.
Un escenario ajustado o favorable para La Libertad Avanza reforzaría la estabilidad del programa económico y permitiría consolidar la tendencia a la baja de la inflación. En cambio, un revés amplio podría intensificar la volatilidad sobre las tasas, el dólar y la dinámica del crédito.