La cruzada de Daniel Parisini, más conocido como «Gordo Dan» contra la más mínima detracción hacia el Gobierno nacional es cada vez más incisiva y lapidaria. El influencer libertario no discrimina por colores políticos, incluso si los que deben caer son los de su mismo espacio. Al mediodía, dicha suerte la corrió el diputado provincial electo, Maximiliano Bondarenko. A la tarde, le tocó el turno a Santiago Rodríguez, candidato a concejal suplente por La Plata.
El motivo del enojo del conductor del canal Carajo surgió por los polémicos posteos que realizó Rodríguez en Instagram, precisamente en sus historias. Aunque el candidato por la Octava Sección posteó las imágenes para que las vieran un selecto grupo de personas, no pudo evitar que alguien las filtrara y llegaran a ser publicadas en la red social X.
En las imágenes, donde se nota que está en el búnker de La Libertad Avanza, se lo ve posando junto a Karina Milei, por un lado, y la ministra Patricia Bullrich, por el otro. Sin embargo, el enojo fue por las frases con las que decidió acompañar los posteos. Para la hermana del presidente, dijo: «Los del 3%, hay que pedir más». Para la titular del Ministerio de Seguridad Nacional, comentó: «Patito quería vinito de cajita y poner bombas».
Por el momento, no hubo pronunciamientos oficiales de la dirigencia nacional ni provincial del partido sobre las publicaciones de Santiago Rodríguez. Este no se inmutó al difundir comentarios ridiculizantes sobre las más altas figuras del oficialismo.
Razones de las desafortunadas frases
Ambas frases son escandalosas por motivos bien conocidos. La primera se debe al escándalo por un supuesto esquema de coimas entre la Agencia Nacional de Discapacidad y laboratorios, uno de ellos, la droguería Suizo Argentina. En esa polémica, que se destapó por una filtración de audios de Diego Spagnolo, exdirector de la ANDIS, se menciona que Karina Milei se quedaría con un 3% de las coimas exigidas a los prestadores.
La segunda, asociada a Bullrich, refiere, en primer lugar, a un episodio de la ministra cuando fue interceptada por un control policial con 0,51 puntos de alcohol en sangre. La infracción le valió varios calificativos despectivos, sobre todo, provenientes de la oposición. Sobre el fragmento «poner bombas», Rodríguez ironizó sobre el pasado de la funcionaria nacional. En su juventud, se dice que militó en Montoneros y fue acusada de poner explosivos en jardines de infantes, aunque ella niega ese pasado.