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POLÍTICA

Los gobernadores desconfían de la mesa de diálogo que convocó Javier Milei

 

El escenario político se complejizó luego de la derrota del oficialismo en la Provincia de Buenos Aires, donde Axel Kicillof se impuso por más de 13 puntos sobre los candidatos de La Libertad Avanza.

 

La convocatoria del presidente Javier Milei a una mesa de diálogo nacional abrió un nuevo capítulo de tensiones entre la Casa Rosada y los gobernadores. La propuesta, difundida por el vocero presidencial Manuel Adorni, no logró generar consenso. Por el contrario, profundizó las diferencias con los gobernadores, quienes desconfían de la iniciativa tras más de un año de promesas incumplidas.

El escenario político se complejizó luego de la derrota del oficialismo en la Provincia de Buenos Aires, donde Axel Kicillof se impuso por más de 13 puntos sobre los candidatos de La Libertad Avanza. Ese resultado reconfiguró los equilibrios y colocó a los gobernadores como un factor clave en la disputa por la estabilidad política nacional. Sin embargo, la mayoría opta por tomar distancia tanto del peronismo bonaerense como del gobierno nacional.

En ese marco, seis mandatarios provinciales agrupados en “Provincias Unidas” preparan una demostración de fuerza. La cita será este viernes en la Sociedad Rural de Río Cuarto, Córdoba. Allí estarán presentes Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Gustavo Valdés (Corrientes), Ignacio Torres (Chubut), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz). No se descarta la participación de algún otro dirigente.

Provincias Unidas busca marcar agenda

Los gobernadores de Provincias Unidas buscan consolidarse como un polo de poder frente a la polarización entre libertarios y peronistas. En ese sentido, algunos de ellos felicitaron públicamente a Axel Kicillof por su triunfo, en un gesto que también fue interpretado como un mensaje crítico hacia la Casa Rosada. Poco después, Pullaro, con fuerte peso en ese bloque, redobló la apuesta a través de redes sociales: “La gente viene hablando fuerte y claro. El gobierno sigue sin escuchar, paralizado. Hay que dejar atrás el pasado, lleno de fracasos y frustraciones”.

Pullaro mantiene un vínculo ambivalente con el Ejecutivo nacional. Tiene buena relación con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en la lucha contra el narcotráfico en Rosario. Sin embargo, las diferencias con el área económica por fondos adeudados mantienen abierta una fuerte tensión. Es el mismo reclamo que repiten otros mandatarios, quienes denuncian retención de recursos que dificultan el cumplimiento de obligaciones presupuestarias.

De esa manera, la mesa política convocada por Milei, que incluye también a Karina Milei, Guillermo Francos y Santiago Caputo, llega en un momento inoportuno. Los gobernadores están concentrados en la campaña de cara a las elecciones del 26 de octubre. Además, en muchos distritos se enfrentan a listas libertarias con una agresividad creciente, lo que agudiza la desconfianza hacia el oficialismo nacional.

El trasfondo electoral y las tensiones con la Rosada

El plan de competir con listas “violetas puras”, impulsado por Eduardo “Lule” Menem y Martín Menem, no logró resultados alentadores en las provincias. Salvo una victoria puntual en Salta capital, el resto de las experiencias quedaron muy por debajo de las expectativas. En Corrientes, por ejemplo, el oficialismo apenas superó el 9% y se ubicó en cuarto lugar. Bajo ese panorama, los gobernadores perciben que el gobierno nacional no ofrece hoy garantías para un entendimiento político sólido.

Uno de los armadores de Provincias Unidas fue contundente al señalar que el objetivo es construir “una alternativa electoral por fuera de los libertarios y del peronismo”. Según su visión, el Partido Justicialista quedará atrapado en disputas internas entre Cristina Kirchner, La Cámpora y Axel Kicillof, un escenario del que prefieren mantenerse alejados. El desafío, subrayó, es gestar un proyecto competitivo con miras a 2027.

En paralelo, entre los gobernadores persiste un malestar profundo por el manejo de los fondos nacionales. “Nos retuvieron recursos durante un año y medio y ahora, que tuvieron una paliza en la provincia de Buenos Aires, quieren que les pongamos el hombro”, sostuvo en off the record uno de los mandatarios a Infobae. Esa mirada se repite en distintos distritos y explica por qué la convocatoria oficial encuentra tan poco eco.

Un gobernador endurece su postura

Entre las voces más críticas se destacó finalmente la del gobernador de Salta, Gustavo Sáenz. En declaraciones públicas, utilizó un tono descarnado para describir la situación. “No son leones, son palomas de iglesia, porque cagan a los fieles. A mí me cagaron con obras y me cagaron en lo electoral, con candidatos que me destrozan”, afirmó.