El fallo de la Corte Suprema de Brasil contra el expresidente Jair Bolsonaro, condenado a 27 años de prisión por intentar revertir el orden democrático, provocó una inmediata reacción en Washington. El secretario de Estado, Marco Rubio, calificó el veredicto de «caza de brujas» y adelantó que Estados Unidos responderá en consecuencia. Además, el presidente Donald Trump reconoció estar al día con el caso y lamentó el fallo del máximo tribunal.
Rubio acusó directamente al juez Alexandre de Moraes, integrante de la Corte brasileña, de encabezar una persecución política y recordó que ya había sido sancionado por Washington por «violar los derechos humanos». «Continúa la persecución política liderada por Alexandre de Moraes, luego de que él y otros miembros de la Corte decidieron injustamente encarcelar al expresidente Jair Bolsonaro», señaló en un comunicado.
El presidente Donald Trump también salió a respaldar a su aliado internacional. En declaraciones a la prensa, se mostró “sorprendido” por la condena y defendió la gestión de Bolsonaro. «Vi el juicio, lo conozco muy bien. Como líder extranjero, pensé que era un buen presidente. Es muy sorprendente que esto pudiera suceder. Eso es muy parecido a lo que intentaron hacer conmigo, pero no lo consiguieron en absoluto», expresó el mandatario norteamericano.
Qué acciones tomaría Donald Trump
La posible represalia de Washington contra Brasil ya comenzó a delinearse en ámbitos oficiales. Según informó el diario Folha de Sao Paulo, la administración estadounidense evalúa restringir visas a funcionarios brasileños y aplicar sanciones económicas adicionales. Una de las medidas en análisis sería suspender parte de las 700 exenciones que se habían otorgado tras la decisión de aumentar un 50% los aranceles a los productos brasileños.
El caso Bolsonaro se convirtió en un nuevo frente de tensión internacional en un momento en que Brasil intenta mantener estabilidad política y económica tras la condena de su expresidente. En tanto, la firme reacción de la Casa Blanca confirma que el fallo no solo tendrá repercusiones en la política interna brasileña, sino que también afectará el vínculo con Estados Unidos, que ve en la sentencia un símbolo de persecución contra uno de sus principales aliados en la región.
The political persecutions by sanctioned human rights abuser Alexandre de Moraes continue, as he and others on Brazil's supreme court have unjustly ruled to imprison former President Jair Bolsonaro.
— Secretary Marco Rubio (@SecRubio) September 11, 2025
The United States will respond accordingly to this witch hunt.