Un documento elaborado por el Centro de Investigación para la Calidad Democrática (CICaD) y el Centro de Estudios sobre Política y Elecciones Locales (CEPEL), ambos vinculados a FLACSO, circula entre los principales dirigentes del PRO bonaerense. Allí se analizan los motivos de la derrota en las elecciones provinciales, donde la alianza con La Libertad Avanza (LLA) cayó por casi 15 puntos frente al peronismo unido de Fuerza Patria.
Según el informe, la coalición perdió fuerza en los distritos más poblados del Gran Buenos Aires, lo que resultó decisivo en el resultado final. Municipios como La Matanza, La Plata, Lomas de Zamora, Lanús, Quilmes y San Miguel registraron pérdidas de votos en comparación con 2021.
El retroceso también fue notorio en General Pueyrredón, donde la gestión de Guillermo Montenegro esperaba una diferencia más amplia a favor de la boleta de LLA-PRO. En Mar del Plata, se contabilizaron más de 40.000 votos menos respecto de la elección legislativa anterior.
Ganancias en el interior, pero insuficientes
En contraste, se registraron avances en localidades como San Nicolás, Chivilcoy, Balcarce, Azul, Necochea y General Villegas. Sin embargo, esas mejoras no alcanzaron a compensar el peso de las pérdidas en el conurbano, que concentra la mayor parte del electorado bonaerense.
En Vicente López, Soledad Martínez logró el mejor resultado para la alianza, superando el 55% de los votos. Aun así, también hubo una merma de más de 20.000 sufragios en comparación con 2021. En San Isidro, el intendente Ramón Lanús se impuso con comodidad, pero con una caída similar en la cantidad de votos.
La abstención y la fragmentación del voto opositor
Para los analistas, uno de los factores determinantes fue la baja participación. Una parte del electorado histórico del PRO se abstuvo de votar y otra se inclinó por opciones como Somos Buenos Aires, Hechos o Potencia, que fragmentaron el voto no peronista.
“El resultado no se explica solamente por lo ocurrido el domingo, sino por la estrategia de cierre electoral. Se dejaron escapar actores que terminaron restando votos en secciones clave”, explicó Facundo Cruz, codirector del CICaD.
El desempeño del peronismo
El informe también destaca que el peronismo perdió votos en distritos donde finalmente ganó. En La Matanza, por ejemplo, retrocedió casi 40.000 sufragios respecto de 2021, pero aun así se impuso gracias a que sus rivales no lograron capitalizar el descontento. En términos porcentuales, la menor participación le permitió sostener su piso electoral.
“Hubo tres carriles para el voto no peronista: abstención, otras opciones y LLA/PRO. Eso le abrió el camino al triunfo del oficialismo en la provincia”, sostuvo Cruz.
Municipios con intendentes del PRO
En otros distritos gobernados por el PRO, el desempeño fue dispar. En Puán, Pinamar y Coronel Pringles la alianza LLA-PRO se impuso con diferencias de entre 18 y 22 puntos. Para General Villegas, la brecha fue de casi 16 puntos.
Por otro lado, en Campana y Lobos los resultados fueron más ajustados, y en ciudades como Junín o Pergamino, donde los intendentes se alinearon con otras listas, el frente quedó relegado detrás del peronismo.
En Zárate, la derrota fue de casi 10 puntos, y en Nueve de Julio, si bien se impuso LLA, la intendenta del PRO se había sumado a otra opción que terminó cuarta.
El documento confirma que el principal desafío de la alianza es recomponer la participación en el conurbano y evitar la dispersión del voto opositor. La derrota dejó en evidencia que, sin un electorado movilizado y cohesionado, los avances en el interior provincial no alcanzan para disputar el poder al peronismo en Buenos Aires.