Un hecho inesperado sacudió las Eliminatorias Sudamericanas. La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) decidiera presentar una queja formal contra Bolivia, que recientemente había asegurado un lugar en el repechaje rumbo al Mundial 2026. La euforia por la victoria de 1-0 en El Alto se transformó rápidamente en incertidumbre. El reclamo brasileño abrió la posibilidad de que ese histórico logro quede sin efecto.
El presidente de la CBF, Samir Xaud, se mostró visiblemente molesto y apuntó contra diversos factores. Esto, según su mirada, influyeron directamente en la derrota de su selección. Entre ellos, mencionó la altitud, la actuación de la policía local y un supuesto “trato terrible” que habría perjudicado a la delegación visitante. También señaló comportamientos antideportivos, involucrando tanto a los árbitros como a los recoge pelotas, con especial énfasis en el penal que definió el partido, al que calificó de “escandaloso”.
Qué puede resolver la Conmebol
El futuro de La Verde ahora depende de lo que dictamine la Conmebol, cuyo Código Disciplinario contempla desde multas millonarias hasta la pérdida de puntos, pasando por sanciones de localía y cierre de estadios. Aunque no hay confirmación oficial de medidas inmediatas, los antecedentes muestran que el organismo no ha dudado en aplicar castigos severos cuando lo consideró necesario.
El panorama es delicado para la Federación Boliviana de Fútbol, que teme que la denuncia prospere y que su histórica clasificación se vea afectada. Incluso se baraja la posibilidad de que el resultado sea anulado, lo que modificaría la tabla y pondría en riesgo el lugar de Bolivia en la repesca.
El impacto en las Eliminatorias
La denuncia brasileña no solo apunta a irregularidades deportivas, sino también a problemas de seguridad y orden público durante el encuentro. Si los argumentos presentados por la CBF son considerados válidos, el fallo podría tener consecuencias directas en la clasificación. Y lo más llamativo: en caso de sanción, Bolivia no accedería al repechaje y ese lugar lo ocuparía Venezuela, un giro que encendería aún más la polémica en el continente.
Aunque algunos especialistas ven poco probable que la Conmebol llegue a aplicar una sanción de tal magnitud, la sola existencia del reclamo mantiene en vilo al fútbol sudamericano. Los próximos días serán clave para determinar si Bolivia podrá sostener en los escritorios lo que conquistó en la cancha.
Por ahora, la expectativa crece y la atención se concentra en el análisis que hará la Conmebol de esta denuncia explosiva, que podría convertirse en uno de los capítulos más controvertidos de las últimas Eliminatorias.