En casi diez años al mando del Manchester City, Pep Guardiola tomó decisiones que lo llevaron a la cima del fútbol europeo. Sin embargo, el propio técnico admitió públicamente que no todas fueron correctas. En un mensaje reciente, reconoció cuál fue su mayor arrepentimiento: haber dejado ir a Jesús Navas, histórico del fútbol español que se retiró este año.
La confesión se conoció durante la fiesta homenaje que el Sevilla organizó para despedir a una de sus máximas leyendas. Allí, Guardiola apareció en un video para dirigirse al futbolista y sorprendió a todos con sus palabras: “No sabes cuánto me arrepiento de haberte dejado ir. Me hubiera encantado que te quedes más tiempo en el Manchester City, pero a veces uno comete errores”.
El paso de Navas por Manchester
Jesús Navas había llegado al City en 2013, y todavía formaba parte del plantel cuando Guardiola asumió en 2016. Sin embargo, apenas una temporada después, perdió protagonismo y decidió volver al club de su vida: el Sevilla. Desde entonces, el lateral derecho se convirtió en bandera del equipo andaluz hasta colgar los botines en 2025.
El tiempo terminó demostrando que la salida no fue un simple movimiento de mercado: el jugador encontró en Sevilla el lugar para cerrar su carrera de manera gloriosa, mientras que Pep reconoce hoy que podría haberle dado más espacio en Inglaterra.
Una carrera cargada de títulos
A lo largo de su trayectoria, Navas disputó más de 900 partidos entre clubes y la Selección de España. Con Sevilla ganó cuatro Europa League, dos Copas del Rey, una Supercopa de Europa y una Supercopa de España. En Manchester conquistó una Premier League y dos Carabao Cup, dejando huella también en la Premier.
En la Selección se transformó en parte de la generación dorada que hizo historia: dos Eurocopas y el inolvidable Mundial de Sudáfrica 2010, además de una Nations League más reciente.
El adiós de una leyenda
A los 39 años, afectado por problemas crónicos en la rodilla, Navas decidió poner punto final a su carrera. Él mismo admitió que las molestias físicas ya le dificultaban incluso caminar en la vida cotidiana, lo que aceleró la decisión.
El homenaje en Sevilla cerró un capítulo dorado para el jugador y dejó también una confesión inesperada de Guardiola, quien no dudó en admitir: “Me equivoqué al dejarte ir”. Un gesto que engrandece tanto al técnico como al futbolista en su despedida.
