Este próximo 22 de febrero se cumplen 10 años de la Tragedia de Once. El hecho que ocurrió en el área metropolitana de Buenos Aires, a las 8:33 del año 2012, un tren de la línea Sarmiento que llevaba a más de 1.200 pasajeros chocó contra uno de los andenes en la estación de Once, más específicamente contra con los paragolpes de contención de la plataforma.
Era plena hora pico. En el acto, murieron 52 personas y casi 800 resultaron heridas. La gran mayoría de las víctimas viajaba en los primeros tres vagones del tren, que terminaron totalmente aplastados por el impacto. Este episodio, del cual ya se cumplieron diez años, pasó a conocerse como la Tragedia de Once.
Investigación, juicio y búsqueda de la verdad
Después de la tragedia, se inició una investigación y un año después el juez Claudio Bonadío elevó la causa a juicio. Hubo 28 procesados. Entre ellos: el maquinista Marcos Córdoba, quien fue rescatado del accidente, los empresarios Sergio y Roque Cirigliano, de la empresa Trenes de Buenos Aires, concesionarios de la línea Sarmiento y los ex secretarios de Transporte de la Nación Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi.
La sentencia llegó casi dos años después, en 2015. 21 de los 28 acusados recibieron condenas por los delitos de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública y estrago culposo.
Por un lado, el error humano. El maquinista Córdoba estaba circulando a una velocidad mayor de la permitida y frenó tarde a la hora de entrar en la estación. Además, había desconectado el sistema de ‘‘hombre muerto”, un dispositivo cuya función es detener el tren en caso de que el maquinista se ausente o esté inconsciente. Por eso, recibió una pena de tres años y tres meses de prisión.
Pero, además de la mala praxis por parte del maquinista, el tren de la línea Sarmiento estaba en condiciones deplorables.
Se habían hecho ya 400 denuncias sobre el estado de los trenes pero ni funcionarios ni empresarios hicieron caso. Quedó demostrado en el proceso que el dinero que estaba destinado al mantenimiento de los trenes era desviado a los bolsillos de los empresarios y los funcionarios que hoy están condenados. Paralelamente al proceso de Once fuimos testigos de una causa que tenía al exsecretario Ricardo Jaime, donde se confiesa coimero. Confiesa haber recibido dádivas del empresario Cirigiliano, quien también está condenado por la tragedia. Ahí está la plata que no llegaba al mantenimiento de los trenes.
Condenados luego de la tragedia
La Justicia consideró que los empresarios y funcionarios de la Secretaría de Transporte compartían responsabilidad por las condiciones del tren. El Estado, que había dado a Trenes de Buenos Aires la concesión del servicio, había fallado en controlar que los millonarios fondos públicos que se aportaban a la empresa se tradujeran en un buen funcionamiento de los trenes.
Sergio Cirigiliano, dueño de Trenes de Buenos Aires, recibió siete años de prisión.
Ricardo Jaime, quien fue secretario de Transporte antes de la tragedia, entre 2003 y 2009, fue condenado a ocho años de prisión, sumando la Tragedia de Once a otras condenas previas que tenía por corrupción.
Juan Pablo Schiavi, secretario de Transporte cuando ocurrió el accidente, fue condenado a ocho años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, pero después la Cámara de Casación bajó su condena a cinco años y medio.
Pero tanto Jaime como Schiavi, en calidad de secretarios, respondían al entonces ministro de Planificación, Julio De Vido. El Tribunal a cargo pidió que De Vido también fuera investigado. Para 2018, De Vido era condenado a cinco años y ocho meses de prisión por estar al tanto y ser partícipe de la administración fraudulenta.