En el primer día de su gira por Rusia, Alberto Fernández brindó una conferencia abierta con Vladimir Putin, su par de dicho país. En el encuentro el mandatario argentino adelantó que quiere que «Argentina tiene que ser la puerta de entrada para que Rusia ingrese en América Latina» aunque la situación actual en Europa no refleja que esto sea una buena alternativa.
Lo que ocurre es que durante su última aparición pública el mandatario ruso amenazó con crear una guerra nuclear en caso de que el conflicto con Ucrania avance y tengan que tomar cartas en el asunto: «Rusia es uno de los principales estados nucleares, y por algunos componentes modernos incluso supera a muchos. No habrá ganadores. Y ustedes serán arrastrados a este conflicto contra su voluntad. No tendrán tiempo ni de pestañear cuando se ejecute el artículo 5 (defensa colectiva de los miembros de la OTAN)”.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es una alianza militar intergubernamental que le daría acceso a Estados Unidos y Reino Unido en el conflicto, por lo que el nuevo aliado de Argentina, Rusia, entraría en un conflicto con las principales potencias sin mediar consenso. A su vez, Putin se preguntó si “¿Entienden o no que si Ucrania entra en la OTAN e intenta recuperar Crimea por medios militares, los países europeos se verán automáticamente arrastrados a un conflicto bélico con Rusia?”.
¿Cuál es el rol de Alberto Fernández en la disputa de Rusia?
En este contexto, el presidente de la República Argentina queda en medio del conflicto de Rusia, Estados Unidos y Ucrania porque recientemente hizo acuerdos con Vladimir Putin para conseguir inversiones rusas para el país aunque, mientras tanto, le debe USD 44.000 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI) cuyo principal accionista es el país de Joe Biden. De esta manera, quedamos en medio de la lucha de las potencias.
Lo más llamativo es que el mandatario argentino siempre quiere dialogar y hallar consenso de modo pacífico mientras que su nuevo socio apunta a una guerra nuclear y amenaza a todo un continente con su ataque, algo bastante contradictorio con los ideales de Alberto Fernández. Por ahora, parece que el choque bélico no ocurrirá aunque la tensión está latente y podría repercutir en Argentina por apoyar a este país.