Muchísima preocupación. Eso es lo que se generó hace tan solo algunos días atrás, cuando se dio a conocer el grave accidente que sufrió Vero Lozano en Aspen, Estados Unidos. La conductora estrella de Telefe, cayó desde una aerosilla que se encontraba a siete metros de altura, provocando una grave lesión en sus pies, por lo que deberá ser intervenida.
En este contexto, el reconocido traumatólogo Norberto Furman, habló en «Mañanísima», el ciclo que conduce Carmen Barbieri en Ciudad Magazine, sobre cómo sería la difícil rehabilitación que tendrá que afrontar a partir de pasar por el quirófano. «Tendrá que aprender a caminar de nuevo. La cirugía es clave», comenzó manifestando.
«Va a tener que aprender a caminar otra vez. Yo no puedo asegurar que va a volver a caminar normalmente o a usar tacos. La rehabilitación será clave. Sacarle los dolores y darle movilidad. Este tipo de traumatismos es muy muy complejo. En los pies tenemos 52 huesos y trabajan como un engranaje», aseveró el profesional sobre Vero Lozano.
«Es una máquina perfecta, pero cuando uno de esos engranajes rompe, esa arquitectura, esa marcha, es distinta y la recuperación es muy importante. En el caso de Vero, que le van a operar los dos talones juntos, es muy difícil. Va a necesitar muchísimo de otras personas», añadió Norberto Furman delante de cada uno de los presentes en el estudio.
Fuertísimo
Cabe recordar que Vero Lozano contó cómo fue el accidente en su ciclo, «Cortá Por Lozano», comunicándose vía streaming. «Es una silla séxtuple donde íbamos tres personas. Ni bien uno pone la cola en la silla, los bastones se traban pero falló, entonces en ese momento aviso a quien estaba a cargo para que paren la silla, la gente empieza a gritar y nunca se detuvo. Fue una secuencia de terror horrible. Nunca me llegó a bajar la barra. Cuando voy a sentarme, levanto el cul… para saltar el bastón, pero estaba trabado y quedé colgada», lanzó.
«La aerosilla empieza a avanzar y yo quedo agarrada de uno de los fierros de la silla con la mano derecha y del otro lado me agarraba Analía Franchín, y la instructora me agarraba del casco. Sentía que me estaba por morir realmente. Veía y escuchaba todo. Anita gritaba y la instructora me decía ‘aguanta’. La gente gritaba. La virgen me protegió. Sentí que estaba en manos de Dios. Gracias a Dios, tengo perseverancia y entrenamiento sino no sé qué hubiera pasado», señaló Verónica entre lágrimas.
