Otro conflicto pone en tensión la relación entre Brasil y la Argentina. Ahora, el gobierno de Fernández le expresó al Gobierno de Brasil su «preocupación» y «sorpresa» porque aviones de la Fuerza Aérea del Reino Unido hicieron siete vuelos entre territorio brasileño y las Islas Malvinas. Según un comunicado del gobierno local, esto constituye una manifestación «adicional» de la ilegítima presencia británica en el Atlántico Sur.
La preocupación fue expresada a través de un oficio presentado por el embajador argentino en Brasilia, Daniel Scioli, ante la cancillería brasileña. «El Gobierno argentino ve con sorpresa y preocupación que durante el transcurso del mes de enero de 2022 fueron realizados siete vuelos militares de estas características”, dice el documento presentado ante el Palacio de Itamaraty.
El detalle presentado por el documento indica que aviones militares británicos aterrizaron y despegaron provenientes de las Malvinas en Río de Janeiro, San Pablo, Porto Alegre y Recife los días 9, 14, 15, 22, 24, 26 y 28 de enero. “Estos vuelos constituyen una manifestación adicional a la ilegítima presencia militar del Reino Unido en el Atlántico Sur, la cual ha sido calificada por los estados parte y asociados del Mercosur como contraria a la política de la región de apego a la búsqueda de una solución pacífica para la disputa de soberanía” de las islas, dice el reclamo.
Conflictos entre ambos gobiernos
Este no fue el primero, sino que la historia viene de hace tiempo. Bolsonaro y Fernández siempre tuvieron una tensa relación desde el inicio de la gestión argentina. En abril del 2021, tras los anuncios de las nuevas medidas de confinamiento por la segunda ola, Jair Bolsonaro apuntaba contra Alberto. «Ejército Argentino en las calles para mantener al pueblo en las casas. Toque de queda entre las 20 y las 8. Buen día a todos», publicó en su cuenta de Twitter el presidente de Brasil.
En respuesta, Fernández dijo: «Primer punto, en Argentina no hay toque de queda. Segundo punto, en la Argentina las Fuerzas Armadas no hacen seguridad interior», y aseveró además que tiene «una muy alta valoración del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea».
Luego, otra vez en marzo del 2021 en una reunión de agenda, casi festiva, para conmemorar los 30 años de la creación del bloque regional. Pero de un momento a otro, el encuentro virtual de presidentes del Mercosur se transformó en un tenso debate de ideas y posicionamientos ideológicos sobre los desafíos que enfrentará la región en el futuro. El punto de discordia fue la flexibilización del comercio intra y extra regional. Brasil propuso una reducción de aranceles, el uruguayo Luis Lacalle Pou acompañó y el argentino Alberto Fernández contestó visiblemente ofuscado.
“Si nos hemos convertido en una carga, lo lamento. No queríamos ser una carga para nadie. Una carga es algo que hace que a uno lo tiren de un barco y lo más fácil es bajarse del barco si la carga pesa mucho”, le contestaba al mandatario argentino al uruguayo luego de que este apoyase las medidas de aportaba Brasil a la mesa.
Otro momento tenso fue cuando el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fustigó al presidente Alberto Fernández por su postura a favor de impulsar una ley para despenalizar el aborto. El brasileño afirmó que en la Argentina regresó «el zurdaje», y, además, insultó a sus propios seguidores que lo cuestionan por haberse aliado a la llamada «vieja política» en el Parlamento.
En su campaña electoral Fernández desató la furia de Bolsonaro por visitar a Lula da Silva en la cárcel. Siendo presidente, encabezó la campaña por el “Lula Libre” que, independientemente de las razones judiciales del líder del PT, son temas de Brasil. Luego un episodio similar ocurrió con Ricardo Alfonsín, en la embajada en España, cuando recibió a Lula da Silva y habló mal de Bolsonaro.