Dejó a todos con la boca abierta y sin poder creerlo. Todo sucedió en “Flor de Equipo”, el programa que Florencia Peña conduce a través de la pantalla de Telefe. Actualmente, la rubia se encuentra rodando una película, por lo que fue Denise Dumas la encargada de ocupar su lugar y presentar nada más y nada menos que al reconocido diseñador Benito Fernández.
“Está todo tan cuestionado, la pareja, el amor, la pareja abierta…”, comenzó asegurando sobre los vínculos. “Pero a vos no te va la pareja abierta, sos más tradicional, más clásico», aseveró Silvina Luna. “A ver, soy más clásico, soy más abierto en la intimidad”, apuntó él. “¿Cómo sería?», quiso saber la panelista. “Porque yo desperté a los 60… ¿Podemos hablar de eso acá? ¡No se puede! Es muy temprano…”, lanzó picante.
“La intimidad a través de las sensaciones. Me siento más pleno ahora a los 60 que a los 30 o a los 40. Cobró otro sentido. Conocés gente averiguando… Las redes sociales. Antes, los eventos, salías. Prefiero las redes. Levantás por la aplicación, pero después tiro Instagram. Es el mejor momento, el de las sensaciones… Hacer cosas diferentes todos los días. Esto es como correr”, contó Benito Fernández.
“Vos corrés un kilometro, después tres y en seis meses te anotás en la maratón de París”, señaló hablándole al periodista Paulo Kablan. “Pero tiene que ser pareja… Mi mujer quería innovar, se había puesto algo de cuero. Y no me di cuenta. Me senté y le dije qué hiciste de comer… ¡Pacman!», señaló él. “Yo voy más por las sensaciones… Hacerle cerrar los ojos. Más tántrico, los olores, las sensaciones, los elementos…», respondió el diseñador.
No quiso dar nombres
Fue en ese momento cuando le preguntaron sobre su relación con un actor. «¿Es verdad que viviste una tórrida historia de amor con una estrella de Hollywood?», indagaron. «Fue un encuentro. No fue una tórrida historia de amor. Es verdadero. Es un bombazo. Uno de los 5 más grandes de Hollywood. Puedo hablar de cosas mías y no tengo prejuicios, desde que era disléxico, mi sexualidad, pero cuando involucro a otro no me gusta. Lo puedo perjudicar. Tenía un ticket de spa para un hotel conocido de la Avenida Alvear. En el lobby estaba él. Me mira. Las recepcionistas nos miran. Dije ‘voy a la pileta’. El bajó atrás mío… Se sintió seguro del lugar donde estaba. Fue mutuo. Imaginate lo que era mi inglés… Me encantó… Fue más allá de lo sexual, lo que me gustó fue la conexión, de poder hablar con el otro», finalizó.