El Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) informó la detección de cianobacterias en el río Paraná. Estas algas, que se acumulan por la contaminación que existe actualmente en Argentina, generan efectos nocivos sobre la salud de las personas y puede generar diversos síntomas, como problemas gastrointestinales, dolor de oído, tos, irritación ocular, entre otros. Durante la última semana, el crecimiento de cianobacterias ha ido en escala y preocupa a las autoridades sanitarias.
Matías Del Bueno, director del Observatorio, explicó en Télam que «la bajante histórica del río y el calor extremo han provocado la aparición de este tipo de algas, llamadas cianobacterias, que ya hubo en la zona norte de Rosario, en La Florida, y en la zona de islas, en el Banquito San Andrés». Sin embargo, no prohibió adentrarse al río, sino tener ciertos recaudos.
«No dijimos que no se puede ir al río, sino que cuando se observan algas verdes en zonas de agua estancada hay que evitar el contacto porque producen inflamación en la piel, conjuntivitis, diarrea e inflamación de ojos, entre otros efectos nocivos para la salud», explicó. Estos organismos son fáciles de detectar por su característico color verde fluorescente y por su olor desagradable, producto de la emisión de sulfuro.
El Ministerio de Salud también registró cianobacterias en las costas del Río de La Plata, a la altura de Berisso y Ensenada; en el municipio de Tigre; en la laguna bonaerense Gómez, en Junín; en el lago San Roque de la provincia de Córdoba; en lagunas de Santa Fe como Juan de Garay, en Santo Tomé, y Setubal, en la capital; y en el Río Uruguay a la altura de la provincia de Entre Ríos.
Causas del surgimiento de cianobacterias
La bajante del río Paraná alcanzó niveles que no se notificaban desde 1944. Aunque el hemisferio Sur está en temporada de verano y de sequía, muchos especialistas afirman que la deforestación y la erosión de los suelos, que comienza en la Amazonia y se traslada al Paraná, son consecuencias de este desastre ecológico. Cabe destacar que, durante la gestión de Jair Bolsonaro, Brasil tuvo porcentajes de deforestación récord en el Amazonas.
La destrucción de los humedales, los cuales sirven para retener el agua y liberarla cuando el cauce está más bajo de lo habitual, es otra de las consecuencias. Las quemas masivas para el cultivo o para la construcción de obras son causas de la reducción alarmante de estas zonas de tierra. La quema del delta del Paraná en estos últimos años fue histórica, ya que se pudo ver y hasta oler desde la Ciudad de Buenos Aires.
Al presentarse estas cianobacterias, se dificulta el acceso al agua potable para la población. La ingesta de agua contaminada con los micoorganismos tóxicos puede ser altamente riesgosa para ciertas personas, como adultos mayores o embarazadas. También pueden causar infecciones si el agua entra en contacto con laceraciones en la piel.