El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió el lunes diplomacia para reducir las fuertes tensiones entre Rusia y Ucrania. En un encuentro con la prensa, Guterres dijo estar profundamente preocupado por las actuales tensiones y por las especulaciones sobre un posible conflicto militar.
«El precio en sufrimiento humano, destrucción y daño para la seguridad europea y mundial es demasiado alto para contemplarlo. Simplemente no podemos aceptar siquiera la posibilidad de una confrontación así de desastrosa», expresó Guterres, informó NA.
«No existe alternativa a la diplomacia. Todos los temas, incluso los más inextricables, pueden y deben ser abordados y resueltos a través de marcos diplomáticos. Es mi firme convicción que este principio prevalecerá», añadió Guterres.
El lunes, Guterrez tuvo una reunión virtual con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov. Y también conversó por separado con el canciller ucraniano, Dmytro Kuleba. El diplomático portugués señaló que seguirá atento en las próximas horas y días, y que, como secretario general, es su deber exhortar al pleno respeto de la Carta de las Naciones Unidas, un pilar fundamental del derecho internacional.
El secretario general citó parte del artículo 2 de la Carta de la ONU: «Los Miembros de la Organización arreglarán sus controversias internacionales por medios pacíficos de tal manera que no se pongan en peligro la paz y la seguridad internacionales ni la justicia. Los Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas».
Este es el momento de desactivar las tensiones y de desescalar las acciones en el terreno. No hay lugar para la retórica incendiaria. «Las declaraciones públicas deben tener como objetivo reducir las tensiones, no agravarlas», añadió. Guterres dio la bienvenida a la reciente avalancha de contactos y compromisos diplomáticos, incluso entre jefes de Estado, pero dijo que es necesario hacer más.
«He puesto a disposición mis buenos oficios y no escatimaremos esfuerzos en la búsqueda de una solución pacífica. Abandonar la diplomacia por la confrontación no es cruzar una línea es lanzarse al precipicio», dijo. «En resumen, mi llamado es este: no fallemos a la causa de la paz», finalizó.