Roberto Moldavsky, uno de los comediantes más reconocidos y queridos del mundo del espectáculo argentino, no atraviesa los mejores días de su vida. Resulta que el creador de «El Método Moldavsky», obra teatral que lleva a cabo en la ciudad de Mar del Plata, relató a través de sus redes sociales la estafa que sufrió y la cual es denominada como «El Cuento del Tío».
«El cuento del tío parte 10000000», escribió acompañado de un video que publicó en su cuenta oficial de Instagram, en donde relató con lujos de detalles como fue la secuencia que sufrió. «Quiero contarles algo que me pasó y que no es tan gracioso, más bien lo contrario. El otro día recibí un whatsapp porque me tengo que dar la tercera dosis de la vacuna», comenzó explicando Moldavsky.
«Pegado a eso me entra un llamado con la aplicación Cuidar, de una persona que se presenta como médico, que me dice que bueno, que yo tengo las dos Sputnik, que tengo que recibir otra…Me chamuya de una manera que yo que soy del Once, el vivo bárbaro, entré como un caballo. Le di códigos para que me hackee el WhatsApp, para que me hackee el Gmail. Él me mandaba y yo te digo que si me pedía la cuenta del banco se la daba, si quería el teléfono de mi hermana se lo pasaba», agregó.
«¡Estaba a entregado! No me preguntes por qué, pero ocurrió. Al toque, me hackeó. Obviamente, me cambió la contraseña de Gmail. Bueno, por suerte gracias a unos amigos y a la gente de Google, que también se movió rápido, cambié la contraseña y listo. Lo más loco es que hoy me volvieron a llamar, porque se ve que algo se trabó a partir de que yo recuperé toda mi historia. Me volvieron a llamar con la aplicación Cuidar, diciéndome que ya está listo mi pasaporte sanitario. Después de que me pasó eso, a las dos horas, me acosté a dormir y caí en que algo había hecho mal. En el momento no me di cuenta ni lo hablé con nadie», prosiguió.
«Te dicen: ‘En este momento te estoy mandando un código que es por tu turno, repetímelo a ver si coincide’. En realidad, te llega el código (por la vía oficial) y te dice: ‘No pases este código’. Pero yo estaba entregado. Por eso les digo que tengan cuidado. Ya sé que el Gobierno todo el tiempo avisa que por teléfono no des nada, pero bueno… Me puso mal por lo bolu… que me sentí, pero además me puso mal por lo dependiente que estoy de mi teléfono, por lo loco, por todo lo que tengo ahí. Toda mi vida está acá y eso es una locura. Hasta dejé el teléfono al día siguiente porque me quise alejar de él y de toda la tecnología», añadió.
«Ya sé que es una pelotu…, cosa de viejo. Que la tecnología y la computadora todo suma. Pero tenemos demasiado. Yo no dormí en toda la noche por esto. Me dan ganas de anotar todo en un cuaderno y no cargar más datos. Les cuento para que estén atentos, atentas, y por ese número de teléfono, por si alguno lo recibe», concluyó con una notable cara de estrés.