Realmente tajante. De esta manera se mostró una de las periodistas más reconocidas y populares de la radio y la televisión argentina, como es el caso de Cristina Pérez. Esto tiene que ver con el descargo que la conductora dejó en su ciclo de Radio Rivadavia, «Cristina en el medio», donde apuntó sin filtro contra el presidente Alberto Fernández.
Analizando muchos de los frentes que involucran al país, comenzó por el plano económico. «Es más que preocupación. Ya es angustia y es miedo lo que genera la inflación. Es el tema dominante porque desestabiliza cualquier certeza en la vida diaria -ya ni pensar en el mes que viene- ver cómo se deshace el valor del dinero entre compra y compra. No es una sensación. A tres semanas de febrero, ya las consultoras privadas encienden la alarma. Aún se puede estar peor. La pulverización del peso es una bomba en la realidad de las familias y agrava por minuto los índices de pobreza», lanzó.
«La desesperación por el valor de las cosas es la desesperación por no saber cómo seguir o cómo sostener algo que se va de las manos. De esto nadie habla y el secretario de comercio sigue en su puesto. El presidente ofrece una sucesión de discursos donde siempre parece estar enojado. Incluso cuando inaugura algo. Enojado y desconectado de la realidad. Si no hace el ridículo nos toma el pelo. En las últimas horas negó que nos hubiéramos detenido por la pandemia, cuando fue el abanderado de la cuarentena más larga del mundo. O cree que somos estúpidos o es sólo una táctica para licuar sus responsabilidades. Total, se licua el valor del peso argentino, el valor de la confianza y también tenemos un presidente licuado, devaluado, que no resuelve los problemas», señaló.
Inmediatamente, Cristina Pérez habló de la postura de la vicepresidenta. «Cristina Kirchner sigue sin hablar como si eso la alejara de las responsabilidades. Este también es su gobierno aunque tome distancia. Ya es claro que el kirchnerismo está que trina por el acuerdo con el Fondo y la suba de tarifas está hoy en el centro de sus lamentos. Alicia Castro, la ex embajadora que suele expresar cabalmente a la vicepresidenta afirma que el 60% de subas que pide el Fondo es para lograr un 40%», arremetió.
«O sea lo que Guzmán negocia como un logro es lo que ya tacha con rojo el ala dura y lo denuncia como estrategia para que pase el incremento. Hoy, ese es el punto de freno de la negociación. Porcentajes que ni mueven el reloj de los subsidios que pueden complicarse aún más si se sigue disparando el precio de los commodities energéticos por la guerra», aseveró sobre el conflicto internacional, y prosiguió. «Hasta hoy las sanciones económicas sólo parecen haberlo envalentonado y ahora juega al ajedrez con tanques. Vaya aliado ostenta Argentina. Dejarlo consumirse en su fuego parece ser la estrategia frágil del mundo libre. Pero ya sabemos que al voraz no hay bocado que lo deje satisfecho. China calla y acecha. ¿Cuál es el trasfondo de este TEG demencial?», indagó.
Para finalizar, hizo un repaso por la realidad local. «El fuego por aquí tiene otras traducciones. En Corrientes la gente mira al cielo esperando la lluvia que puede calmar los incendios que no pudo apagar la ineptitud. Por terceros hizo anunciar el presidente que sobrevolará la zona del desastre y no se sabe aún si se animará a tocar tierra. Mientras el presidente no aterriza en la realidad, la realidad se pone cada vez más difícil para los argentinos de a pie. Menos de un mes separan a la Argentina de un vencimiento que no podrá pagar al Fondo. Allí aguarda, ominoso, el abismo no visitado de un default ante un organismo internacional. Un gobierno dislocado en internas feroces socava su propia gobernabilidad. Ninguno de ellos parece tener noción de lo que pasa en el almacén o en la verdulería», sentenció.