Las advertencias que el gobernador de Corrientes no escuchó sobre los incendios forestales POLÍTICA El Intransigente

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Las advertencias que el gobernador de Corrientes no escuchó sobre los incendios forestales

Especialistas en ambiente aseguran que tanto él como sus funcionarios sabían del peligro desde hace, por lo menos, dos años.

El Estado nacional y las autoridades de la provincia de Corrientes están en el ojo de la tormenta a raíz de la lamentable situación que se vive en el litoral, que ya cuenta con 800.000 hectáreas quemadas, pérdidas económicas millonarias y daños a la ecología, ya que el fuego arrasó con parte de los esteros del Iberá. Ahora, pese a que el gobernador Gustavo Valdés culpó a Nación por no brindarle la ayuda tempranamente, varios especialistas señalaron que aquel no escuchó las advertencias sobre los incendios forestales.

Para medir el riesgo de un incendio forestal, se utiliza una escala conocida como índice de Haines, que mide la temperatura en diferentes capas de la atmósfera, la humedad relativa, el aire seco, producto de la sequedad y el calor ambiental. Cuando es verano, Corrientes cuenta con pocas precipitaciones y altas temperaturas, de manera que es una zona de alto riesgo para que se desaten los “incendios hambrientos”, denominados así cuando las condiciones climáticas superan los 30 grados de temperatura, hay vientos superiores a los 30 kilómetros por hora y humedad relativa de menos del 30%.

Acorde a lo que precisaron los especialistas a NA, tanto Valdés como el ministro de Producción, Claudio Anselmo, sabían de esta situación desde hace dos años, y no hicieron nada para prevenirlo. Esto se vio no solo en la poca inversión a los brigadistas, sino también en las herramientas que los cuarteles de bomberos de distintas localidades disponían: camionetas viejas y no preparadas para el combate del fuego, tanques oxidados, falta de elementos de seguridad, etc.

«Nadie nos ayudó en esta pelea»

La productora forestal Karina Lanato, quien perdió toda su producción, relató cómo no solo no fueron escuchados por el Gobierno provincial, sino que se tardaron días en evacuar al pueblo de Galarza entero. “Hace 20 días que peleamos con incendios fuera de control y hemos advertido en todas las oficinas del gobierno provincial acerca de la necesidad de invertir y comprar un par de aviones hidrantes para los brigadistas”. “Nadie nos ayudó en esta pelea. Ni la provincia ni la Nación. Ni el Consorcio de Manejo de Fuego de Virasoro”, lamentó.

Varios ciudadanos alertaron también al gobernador sobre los altos pastizales y la falta de mantenimiento en espacios verdes o zonas naturales. “El fuego venía del campo Santa María que lo administra el INTA, prácticamente abandonado, y las llamas atravesaron la reserva natural que por efecto de la sequía, y del abandono constituían un alto riesgo, ya que pajonales de más de 1 metro y medio de altura, estaban totalmente secos”, comentó una familia.

Mientras Nación y provincia se pelean por quién tiene la culpa, la sociedad correntina sigue reclamando por más aviones y más ayuda económica para frenar la avanzada del fuego. El caso del influencer Santiago Maratea, recaudador de casi $200 millones que serán destinados a cuarteles de bomberos y veterinarios de toda la provincia, puso en tela de juicio el rol del Estado y su funcionamento.

“Es que esta pelea, la lucha contra los incendios,  la estamos haciendo entre privados, mientras en el Estado se están peleando a ver quién tiene la culpa. En todos estos días una sola vez escuché un avión, y estamos en una zona de muchos incendios”, agregaron. Se necesitó de una movilización nacional e incluso internacional para que Valdés derogara el decreto para la inversión de $140 millones con destino al carnaval.

Más megaincendios

Por su parte, el ingeniero forestal Manuel Jaramillo indicó que estos hechos van a seguir sucediendo si no se toman medidas ecológicas de urgencia.  “Estos megaincendios van a ser más frecuentes. Además, se están quemando áreas que no se quemaban. Por eso la acción de las provincias, responsables de su administración pero también de la prevención y planificación, y de la Nación para prevenir estos fenómenos es central. Por cada 8 dólares invertidos en este aspecto, pueden ahorrarse hasta 100 dólares en logística de control de incendios, a la vez que se evitan los enormes impactos ambientales y sociales que estamos viendo”.

La industria y la indiscriminada tala de árboles también son consecuencias de estos incendios de gran envergadura, pero las advertencias sobre esto tampoco fueron oídas. Las quemas ilegales de pastizales y materiales de construcción, y el encubrimiento del sector político, son razones por las cuales el 10% de la provincia está prendida fuego.

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