En la tarde de hoy, la titular del PAMI, Luana Volnovich, reapareció en público tras su escandaloso viaje a una isla exclusiva del Caribe junto a su pareja. Estuvo sentada junto a Alberto Fernández presentando un nuevo sistema para que los jubilados puedan «elegir libremente entre 28.000 médicos especialistas y más de 1.000 centros por imagen» que dará «mucha justicia» y «permite a los jubilados dejar de ser un número y pasar a ser una persona que decide«.
Sin embargo, a la extitular del organismo mencionado y actual diputada de Juntos por el Cambio, Graciela Ocaña, no le gustó para nada este nuevo sistema al cual tildó cómo «un gran verso» del Gobierno. Además, la dirigente reveló en LN+ que estuvo «hablando con prestadores del PAMI y me dijeron que nadie los contactó«, por lo que duda de la veracidad del mismo.
A su vez, se apoyó en anuncios anteriores para poner el duda el vigente puesto que en su momento «anunciaron descuentos para jubilados, algo que todos sabemos que si compras con tarjeta de débito te devuelven parte del IVA», por ejemplo. Es por esto que la dirigente deseó que «puedan resolver en unos meses esto armando una red de prestadores» y que se haga efectivo el plan que proponen.
Por último, Ocaña recordó que Alberto Fernández «estaba muy enojado con los dos funcionarios» luego de su vacaciones en el exterior dejando acéfalo al PAMI y que ahora reaparece juntos sin dar explicaciones al respecto. A pesar de esto, decidió no profundizar en el tema y exigió que «se resuelvan los problemas de los jubilados» para que realmente sea efectiva la gestión.
El día que Graciela Ocaña defraudó a los jubilados
Sin embargo, la gestión de Graciela Ocaña en el PAMI, entre 2004 y 2007, tampoco fue excelente. De hecho, en 2015 la acusaron de «defraudación por administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública y/o incumplimiento de los deberes de funcionario público» por la mala utilización del dinero de los jubilados, el cual debería haberse invertido.
La denuncia está en que ella mantuvo 2.500 millones de pesos líquidos sin invertir los fondos excedentes, lo cual habría impedido cobrar los intereses que ese dinero podría haber generado. Según la ley promulgada en 2002, “los fondos excedentes, se invertirán exclusivamente en depósitos a plazo fijo en el Banco de la Nación Argentina, en condiciones que aseguren el máximo interés en vencimientos escalonados”, algo que ella no hizo y terminó haciéndole perder dinero al Estado y a los jubilados.