Conrado Estol, neurologo con Matricula Nacional 65005, afirmó que la marihuana deteriora el cerebro en los adolescentes y que en los últimos 5 años hay evidencia empírica que lo demuestra en menores de 25 años. El Gobierno nacional busca aprobar la ley para establecer un marco regulatorio de la cadena de producción, industrialización y comercialización de la planta de cannabis para uso industrial o medicinal ¿Esta propuesta puede fomentar el consumo ilegal?
«¿La marihuana puede dañar el cerebro?», le consultó el periodista de La Nación+ a Estol, quien rápidamente respondió: «Definitivamente sí. Cuando los chicos comienzan a fumar en la adolescencia. Hasta hace 2 años se pensaba que era mejor que otras sustancias. Hay evidencia de que hay daño cerebral, en especial, con el uso antes de los 25 años, porque el cerebro en esa etapa está en formación».
Carla Vizzotti estuvo viajando a otros países, en especial, a Israel para conocer los beneficios del cannabis para uso medicinal y también en cosméticos con el fin de utilizar mecanismos estatales que regulen de manera óptima el producto. Sin embargo, podría desatar un mercado ilegal y facilitar la venta de la marihuana para consumo personal, algo totalmente dañino para la sociedad.
¿Por qué el Gobierno está interesado en la marihuana? Ante la falta de dólares, el oficialismo busca impulsar nuevas actividades polémicas como la ley de hidrocarburos y ahora la de cannabis para uso industrial. El Ministerio de Desarrollo Productivo sostiene que para 2025, el proyecto generará 10.000 puestos de trabajo, 500 millones de dólares en el mercado interno y USD50 millones en exportaciones.
«De hecho se definió un término en inglés que traducido significa cabeza de marihuana para los chicos que tenían daño cerebral y que cuando les haces testeos cognitivos vez que eso deja secuelas. La marihuana no es inocua más allá de que pueda ser de usada con otras drogas», sostuvo Estol dejando en claro que el Estado deberá vigilar permanentemente el producto para que sea utilizado exclusivamente con fines farmacéuticos y no como consumo libre.
