Sincera, sin filtros ni tapujos. Así es como se muestra Cristina Pérez en cada uno de sus editoriales. Después de despedirse de Radio Mitre, la reconocida periodista desembarcó en las mañanas de Radio Rivadavia, donde se ha encargado de dejar muy en claro lo que piensa delante de cada uno de sus oyentes, tal como sucedió en las últimas horas.
A través de un duro descargo, la también conductora de Telefe, arremetió sin filtro contra el gobierno nacional. «Ya rompimos el chanchito. Buscamos en los escondrijos de la billetera y en los bolsillos de los sacos. No hay un mango. Si Argentina quisiera pagar su próximo vencimiento no podría. El default, de no mediar señales contundentes de buena fe y voluntad de acordar, es un hecho», lanzó en medio de mucha preocupación.
«Sería el primero con un organismo internacional. Esos que están hechos para evitarlo. Por eso, no se entiende que después de pagar los costos internos de anunciar un entendimiento, se haya desplegado un viaje que en EEUU interpretaron primero como ‘provocación’ y luego como ‘amenaza’. Porque había sido crucial la bendición del mayor accionista del Fondo para retomar las conversaciones con contemplaciones que el organismo no solía tener», señaló Cristina Pérez.
Haciendo un puntilloso análisis, siguió con su editorial. «El fin de semana, entre la reunión del presidente argentino con Vladimir Putin y la que siguió con Xi Jinping, entre las selfies en el mausoleo de Lenin y el de Mao, el FMI abrió una comisión especial reservada sobre el caso argentino y la cerró intempestivamente en sólo cuatro días. En el medio hubo una comunicación a Cancillería cuya letra dejaba connotar tensión. La diplomacia argentina habría respondido como si nada pasara», arremetió.
El cierre drástico de un proceso de revisión, dicen, es inquietante. Entre las consecuencias del desopilante tour de force por las autocracias más poderosas del mundo hubo un eco no deseado en la reacción de sectores más duros de Washington que ahora no verían con buenos ojos ayudar a Argentina (…) Eso ya lo padece la sociedad, que escucha atónita al secretario de precios, que había aparecido en la escena como el gran controlador, anticipar que la inflación seguirá alta mientras desde el Banco Central, se sincera de a poco, porque no queda otra, la devaluación que la brecha con el dólar no esconde», apuntó tajante.