Luego del segundo día de invasión por parte de Rusia, se barajó la posibilidad de que se negocie la paz en Minsk, Bielorrusia. Desde el Kremlin se vieron predispuestos a llegar a un acuerdo si Ucrania «abandonaba las armas«. Por el lado ucraniano también se esperaba oír qué proponía Rusia para terminar con el fuego. Sin embargo, un ministro de Vladimir Putin indicó que la nación invadida se negó a negociar.
El día jueves, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, indicó que su país estaba dispuesto a entablar conversaciones con Ucrania si el ejército deponía de las armas. Al mismo tiempo sostuvo que la intención del Kremlin no es tomar el control del país vecino, solo que la misión es «desnazificar y desmilitarizar» el territorio ucraniano.
Desde Ucrania también se buscaba que el asedio ruso termine. Es por eso que la paz parecía ser el camino que iba a empezar a transitar el Este europeo. Ya se había estipulado que la capital de Bielorrusia, Minsk, sea la sede donde se traten los puntos más importantes para que llegue el cese del fuego por parte del ejército ruso.
Finalmente, este sábado, cambió todo de manera rotunda. La paz parece estar lejos de Rusia y Ucrania. Así lo hizo saber, según Sputnik, Dmitry Peskov, Portavoz del Kremlin: «En relación a las esperadas negociaciones con los líderes ucranianos, el Presidente ruso y el comandante supremo ordenaron la suspensión del avance de las fuerzas principales«, explicó.
«Dado de que la parte ucraniana esencialmente se negó a negociar, el avance de las fuerzas principales se reanudó esta tarde de acuerdo con el plan operativo«, sostuvo el funcionario. Sus declaraciones significan que Rusia volverá a arremeter con vehemencia en el territorio ucraniano. Cabe recordar que las tropas invasoras se encuentran en los alrededores de Kiev.