A raíz de los incendios que están afectando a Corrientes, el Gobierno nacional comenzó a planificar como ayudar a los productores afectados aunque parece que el presupuesto que destinarán a ese área quedará chico porque un informe elaborado por entidades representantes de cadenas productivas de la provincia estima una pérdida económica de $67.317 millones.
Las principales áreas productivas son Arroz, Citricultura, Forestación, Yerba Mate, y Ganadería. En la primera de las mencionadas hay cerca de 96.000 hectáreas sembradas de las cuales el 25% se perdió en los incendios, lo que son cerca de 200 millones de toneladas del producto que se traduce a $4.968 millones de pérdida económica para el rubro.
En citriculutura la provincia posee 30.000 hectáreas distribuidas en las cuencas de la zona de Bella Vista, Concepción y Mburucuya y, por otro lado, la de Zona de Monte Caseros y Mocoretá. En la primera hay cerca del 50% de las frutas arrasadas por el fuego. 72 millones de kilogramos corresponden al primer sector y otras 50.000 al segundo dando así un déficit de $200.000.000 millones según NA.
En forestación se quemaron 39.665 hectáreas. aproximadamente con 19.200 millones de pesos de pérdida a los que se deben sumar 5.950 millones de pesos para recomponer las hectáreas quemadas. En este área también está la actividad del resinado, la cual se vio afectada con la pérdida de 2.000.000 millones de plantas por una suma total de $2.237.400 millones.
En el área de la Yerba Mate hay 60.000 hectárea cultivadas y también se estima que perdieron $3.800 millones más $1.040 millones de recomposición a raíz de que se ha perdido el 50% de la producción. En Ganadería Corrientes posee cerca de 4.600.000 cabezas, lo que generó un déficit de $12.678 millones en carne y otros $10.4222 millones por mortandad más los alambrados.
El recorte de Gustavo Valdés
Con este contexto, el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, decidió dar marcha atrás con el giro por 140 millones de pesos para la realización de los Carnavales que ya comenzaron allí. Sin embargo, esta fue una medida forzada para el funcionario quien al tener el 10% de su provincia incendiada más la sofocación política encima se vio en la obligación de derogar su propio decreto.
