Las tropas de Rusia ingresaron este jueves al norte de Ucrania desde Bielorrusia y tomaron la central nuclear de Chernobyl, una de las más importantes del país y epicentro del desastre nuclear que se produjo el 26 de abril de 1986. El asesor del presidente Volodímir Zelenski, Mykhailo Podolak, fue quien confirmó la invasión y admitió que las tropas están al control del establecimiento.
“Es imposible decir que la planta de energía nuclear de Chernobyl está segura después de un ataque de los rusos que no tiene ningún sentido”, dijo Podolyak. “Esta es una de las amenazas más graves para Europa hoy en día”, agregó. Las tropas ucranianas estaban “sacrificando sus vidas” para evitar la avanzada militar. De esta manera, Rusia ya se encuentra a tan solo 134 kilómetros de Kiev.
Las fuerzas armadas de Rusia y las autoridades militares también alertaron sobre intenciones de invadir enclaves importantes del país. «Hay combates en curso por el control del aeropuerto de Gostomel», situado a algunos kilómetros al noroeste de Kiev, anunció el jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, Valery Zalujnyi, en un mensaje en Facebook.
Anton Guerashchenko, adjunto al ministro del Interior de Ucrania, también confirmó que las «tropas de los ocupantes han entrado en el área de la planta de energía de Chernóbil desde Bielorrusia. Además, indicó que los miembros de la Guardia Nacional que protegían el depósito habrían estado «oponiendo una resistencia obstinada, dando la vida».
Ahora, hay una preocupación generalizada sobre lo que pueda llegar a ocurrir con la central, y más si se recuerda el antecedente de la explosión de la central nuclear que se cobró miles de vidas en la ciudad y en zonas aledañas. El mismo ministro afirmó ante los medios que, si las tropas provocan daños en los contenedores de residuos radiactivos, “el polvo nuclear puede propagarse por todo el territorio de Ucrania, Bielorrusia y los países de la Unión Europea”.
El primer mandatario ucraniano, quien antes se mostraba calmo ante las amenazas de Rusia, no tartamudeó en afirmar que esta es una guerra «contra toda Europa». ”Las fuerzas de ocupación rusas están intentando tomar la central nuclear de Chernobil. Nuestros defensores están entregando sus vidas para que la tragedia de 1986 no se repita”.
Un sarcófago de origen francés es el que protege el cuarto reactor que se averió y provocó uno de los mayores desastres medioambientales de la historia. Las autoridades ucranianas alertaron que, en el caso de que este resulte dañado, las consecuencias podrían ser sumamente drásticas. La estructura móvil está equipada con grúas controladas a distancia con el objetivo de ir desmontando la antigua estructura.