El principio de acuerdo entre Alberto Fernández y el Fondo Monetario Internacional (FMI) dejó muchos puntos por debatir aunque son más los cuestionamientos de parte del Frente de Todos, partido oficialista, que desde la oposición. Tal es así que el presidente del bloque, Máximo Kirchner, renunció a su cargo por la estrategia empleada por el mandatario y en su lugar asumió Germán Martínez.
Ahora el trabajo que tienen por delante desde el Gobierno no es nada fácil porque además de tener que debatir este pacto en el Congreso de la Nación con los opositores, también tienen que llegar a un consenso dentro de su partido. Al respecto, Martínez reveló en Radio 10 la estrategia que llevará adelante para que el entendimiento pueda avanzar en la Cámara de Diputados.
«Estoy teniendo conversaciones con cada integrante del bloque. En función de eso vamos a ver que mirada tiene cada uno sobre el Fondo y tratar de avanzar con el diálogo«, reconoció el funcionario que aseguró que su trabajo «es convencer a todos y todas de que acompañen el acuerdo con el FMI«, unas declaraciones que develan la división interna que hay en el oficialismo entre el sector peronista y kirchnerista.
Este trabajo ya comenzó y «en la primera recorrida encuentro una vocación de acompañamiento fuerte con el presidente» reconoció que diputado que aclaró que «el Fondo tiene una historia que dejó marcas que generan desconfianza y dudas» en otros dirigentes del oficialismo que no están de acuerdo con el entendimiento que alcanzaron Martín Guzmán y Alberto Fernández.
A pesar de que el plan del Gobierno ya comenzó, Germán Martínez admitió que todavía están «negociando» con el Staff técnico del FMI «los aspectos específicos del acuerdo», la famosa letra chica que tanta controversia causa en la oposición. Es por esto que aún no hay un acuerdo total y adelantó que «falta bastante» para que el proyecto sea tratado en el Congreso de la Nación.
En la misma línea, el funcionario entiende que «haya ansiedad» en relación a esto porque «es un tema importante» sobre el cual están «tratando de discutir una solución pero discutiendo la base del problema», la cual sería el modo en el que se tomó la deuda en 2018. Más allá de esto, la Cámara Baja está dividida y su aprobación es toda una incógnita a día de hoy.