¿Qué le pasó? ¿Quién hizo modificar su Ideología? ¿Ser presidente la cambió el pensamiento? Son las preguntas que rodean a Alberto Fernández. Los archivos no coinciden para nada a lo que declara en la actualidad el mandatario argentino. La gira por Rusia y China expuso aún más el cambio en su pensamiento en comparación al que tenía, por ejemplo, cuando Cristina Fernández de Kirchner era presidenta.
«Conocimos días atrás el nuevo museo del Partido Comunista y quedamos muy impresionados con esa magnífica obra. Y nos sentimos muy identificados con todo lo que fue el trayecto de la Revolución hasta el presente, que ha puesto a China en el lugar central que ocupa en el mundo», le expresó Alberto Fernández a Xi Jinping en su visita al «gigante asiático».
Esto ocasionó una crítica hacia el Jefe de Estado. Hacía poco tiempo se encontró con Joe Biden y lo llamó «Juan Domingo Biden». Al Presidente chino le dijo que si fuera argentino, sería peronista. Es de puro conocimiento que Norteamérica y la potencia oriental son totalmente opuestos. Sin embargo, el mandatario argentino quiso quedar bien con ambos líderes mundiales.
Además, una nota de la década de los ’90 lo deja fuera de juego. Julio Bárbaro dialogó con el actual Presidente y éste expresó: «Hay que lograr un Estado chico, pero fuerte. Un Estado bajo en estatura, pero musculoso. Que sea capaz de enfrentar la situación. Creo que hay que hacer una redistribución en función de prioridades. Hay un gasto social importante. Esto hay que reformularlo. Todavía pesa el clientelismo».
Igualmente, su flexibilidad ideológica no es solo a nivel internacional. En lo doméstico también parece haberse afectado su postura política. Antes de que Cristina Kirchner lo elija como candidato a Presidente, fue un acérrimo rival de la actual vicepresidenta. Fue uno de los exfuncionarios, en su momento, que más defenestró la gestión de la líder peronista.
También una de las contradicciones más cercanas en el Jefe de Estado, está en los subsidios al transporte en la Ciudad de Buenos Aires: «Todo este debate que se está dando con la Ciudad de Buenos Aires, más allá de lo incomprensible de la capacidad de gestión de Macri (jefe de Gobierno). La verdad es, ¿Qué pasó? ¿Hay un ataque repentino de autonomía por Buenos Aires? O sea, repentinamente descubrieron que los subtes son de los porteños, los trenes son de los porteños, que los micros son de los porteños», concluyó.