Se estima que en los primeros días de marzo ingrese al Congreso de la Nación el acuerdo completo entre el Gobierno nacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la renegociación de la deuda tomada en 2018 por Mauricio Macri. Sin embargo, en las últimas horas trascendió que uno de los pedidos del organismo era hacer una reforma jubilatoria en Argentina para recortar los gastos estatales.
Ante esto, el ministro de Economía, Martín Guzmán, negó que vaya a ser posible y adelantó que «se mantendrá la fórmula de movilidad sancionada en 2020, sosteniendo los derechos que fortalecimos con esa ley» porque el Gobierno «siempre va a cuidar y trabajar para mejorar el salario de nuestros jubilados y jubiladas» según difundió Télam. Sin embargo, esto no estaría sucediendo teniendo en cuenta lo que perciben.
A su vez, Alberto Fernández también salió a aclarar el tema y reconoció que están trabajando en un recorte pero no va apuntado directamente a la gran mayoría de jubilados sino que es dirigido hacia «el régimen en el que están los embajadores y jueces«. Mientras tanto, la vicepresidente, Cristina Fernández de Kirchner, percibe una doble pensión por ser expresidente más la de su difunto esposo, quien también ocupo ese cargo. En total cerca de unos $2.500.000 que no serán recortados.
Los jubilados son cada vez más pobres
Como en el Gobierno no planean hacer una reforma jubilatoria, tampoco tienen en mente aumentar las jubilaciones, un pedido que viene desde hace rato en uno de los sectores más vulnerables de la sociedad que está atravesando un momento crítico en cuanto a ingresos. Según los datos de ANSES, la jubilación mínima es de $29.062, un monto que no se acerca a las canastas.
La Canasta Básica de Alimentos es de $32.963, es decir que un jubilado que no percibe otro ingreso es indigente mientras que la Canasta Básica Total de una familia de cuatro personas es de $76.145, por lo que una pareja de jubilados también estarían por debajo de la línea de la pobreza en caso de sumar ambos haberes.