El líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, fue uno de los protagonistas de la sesión de este miércoles a pesar de esta ausente durante casi todo el debate. Una vez más, el hijo de la Vicepresidenta de la Nación confirmó la ruptura interna dentro de la coalición oficialista del Frente de Todos y tras el rechazo de su bloque al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó un duro comunicado donde expresa los motivos que lo llevaron a diferenciarse del grueso del espacio.
El diputado estuvo en su despacho durante toda la sesión pero apareció a último momento en su banca para marcar su voto de rechazo, al igual que lo hicieron compañeros de la agrupación que encabeza y otros diputados del kirchnerismo duro. Poco después se conoció el texto titulado “La vuelta del FMI a la Argentina: ¿Cómo llegamos hasta aquí?”, en el que La Cámpora explicó algunas de las razones por las cuales no apoyó el proyecto que elevó el Ejecutivo.
En primer lugar, el espacio que lidera el santacruceño hace un repaso histórico donde reivindica las presidencias de sus padres, Néstor y Cristina Kirchner, apunta contra la responsabilidad de Mauricio Macri en la toma de una “deuda inédita” en 2018, y cuestiona el abordaje a las negociaciones que hizo el equipo económico de Alberto Fernández desde 2019.
«Estrategia equivocada» de Guzmán
Según esgrimió La Cámpora, el equipo que conduce el ministro de Economía, Martín Guzmán, decidió “una estrategia equivocada” para ir a Washington a negociar un nuevo plan de pagos para afrontar la deuda de 44.500 millones de dólares que Argentina mantiene con el Fondo. Tras estos cuestionamientos, Máximo Kirchner y compañía expusieron los resultados de las negociaciones y reafirmaron su rechazo.
“El gobierno argentino debería haber optado por una negociación ‘dura’ que procure extender los plazos de devolución por encima de los reglamentos vigentes en el FMI, eliminar la sobretasa de interés y exponer ante los argentinos y argentinas y ante todos los Foros Internacionales posibles, no sólo aquellas gravísimas irregularidades del préstamo otorgado a Mauricio Macri, sino también el carácter y objetivo estrictamente político que tuvo dicho préstamo”, agregó el texto de 14 páginas.
Por el contrario, insistió La Cámpora, el equipo económico liderado por el titular del Palacio de Hacienda desarrolló “una estrategia de ‘amabilidad’, secretismo, hermetismo, confusión y desinformación en las negociaciones”. De acuerdo a la lectura del kirchnerismo duro, el sector albertista habría considerado que esta estrategía ‘académica’ y los ‘buenos modales’ de los negociadores e interlocutores argentinos seduciría al ‘nuevo’ FMI. Plan que el núcleo duro rechazó desde hace meses.
La advertencia de Máximo Kirchner sobre la «injerencia» del FMI
En última instancia, la agrupación que responde al hijo de la exmandatario cuestionó el acuerdo aprobado ayer en Diputados al señalar que “en los hechos se expone al país a un escenario de default cada tres meses” y lamentó el “grado de injerencia” que tendrá el Fondo en la administración pública local. De acuerdo al texto, Argentina deberá cumplir con una serie de requisitos: achicar un 2,5% del PIB en 2022, un 1,9% en 2023 y 0,9% en 2024; establecer un límite la emisión monetaria y reducir los subsidios a la energía, entre otras exigencias.
“En ese contexto, con un nuevo gobierno, es probable que Argentina deba reiniciar las conversaciones para revisar la sostenibilidad de su deuda. Siendo necesario resolver plazos más largos con el propio organismo o estrategias alternativas, como el cambio del financista. Vale destacar que en los archivos enviados al Congreso de la Nación no hay mención alguna a la estructura de repago o devolución de este ‘nuevo acuerdo’, lo que es poco regular en este tipo de instancias”, concluyó.