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POLÍTICA

Cristina Kirchner fue tildada de «asesina» en carteles públicos y Alberto Fernández salió a defenderla

Alberto Fernández salió a denunciar el escrache de la que fue víctima Cristina Kirchner al tratarla de «asesina»

Alberto Fernández

En medio de la crisis interna que está atravesando la coalición de Gobierno, se sumó un nuevo problema. Este lunes por la mañana, en la Ciudad de Buenos Aires, se vieron afiches con la cara de Cristina Fernández de Kirchner que la tildaban de «asesina«. En ese contexto, para hacerle un guiño, Alberto Fernández salió a repudiar y exigió una rápida respuesta ante la acusación a la Vicepresidenta.

En las calles porteñas nuevamente aparecieron afiches contra políticos. La última vez se habían pegado carteles contra el macrismo en relación a la Gestapo que se diagramó para armarle causas a los sindicalistas. Esta vez la apuntada fue Cristina Fernández de Kirchner. La Vicepresidenta apareció en carteles con la leyenda «culpable de 35 mil muertes» y «elegiste negocios con Putin antes que salvar vidas».

La viralización se hizo instantánea y llegó hasta el Presidente. En primer lugar, quien denunció el escrache, fue Gabriela Cerruti. La Portavoz presidencial tuiteó: «El Presidente y el Gobierno nacional repudian terminantemente la utilización de una imagen de la Vicepresidenta en carteles de vía pública con insultos y acusaciones. El Presidente instruyó que se investigue inmediatamente para encontrar a los autores».

Posteriormente, Alberto Fernández citó la publicación de su vocera y también utilizó el Twitter para denunciar. «Como dije ayer, muchos se empeñan en dividirnos y recurren a las mayores bajezas. Lamento el daño que causan a personas de bien. Sepan que viéndolos actuar, solo me comprometen más con la unidad del Frente de Todos», posteó el mandatario.

Justamente este escrache sucede en un momento donde la grieta dentro del mismo Gobierno está en su punto más profundo. Los cruces entre mismos compañeros no tienen fin. El acuerdo con el FMI fue el detonante que ahora el mismo Alberto Fernández quiere solucionar. Saben desde Casa Rosada que, para tener una gobernabilidad, necesitan de la homologación de Cristina Kirchner.