La agenda política del martes estuvo marcada por la Apertura de las Sesiones Ordinarias en el Congreso de la Nación y las palabras que emitió el presidente en ese acto. Con una mirada crítica sobre el asunto, Alfredo Leuco hizo un repaso exhaustivo sobre el discurso de Alberto Fernández en un editorial reciente por Radio Mitre.
En el arranque de su segmento, el periodista sentenció: «Es cierto que lo conozco, señor Presidente. Por eso estoy seguro que miente en forma compulsiva. Está absolutamente confirmado: Alberto gobierna Cristinalandia. Es el presidente de un país de fantasías que solo existe en la cabeza de su jefa política. Su discurso estuvo plagado de falsedades, eufemismos y el señalamiento de culpables de los problemas y nunca de las soluciones».
«Con exceso de buena voluntad se podría decir que fue un compendio de expresiones de deseos. Así lo expuso un Meme que dice: ‘Sigue el relato. Nuevo catálogo de promesas y buenas intenciones: haremos, iniciaremos, complementaremos, mejoraremos, construiremos, fomentaremos e instrumentaremos'», añadió posteriormente.
Por otro lado, remarcó: «Alberto Fernández dejó en evidencia su debilidad ante la ausencia de los dos dirigentes de mayor confianza de Cristina. Hablo del faltazo intencional de Máximo, el príncipe heredero y de Wado de Pedro, el ministro del interior. Y de La Cámpora que no movilizó ni un solo militante a las calles como hicieron los piqueteros que reportan más al Papa y a Alberto que a Cristina».
«En las definiciones económicas y vinculadas a la carta de intención con el Fondo Monetario Internacional, el presidente Fernández insistió en repetir las mismas medidas que han hundido a la Argentina en un pantano y que no le permiten su recuperación. No habrá reforma laboral, no habrá reforma previsional, no habrá reducción del mal gasto público, no hay ni siquiera una idea de cómo combatir la inflación que les sigue quemando sus pies», acentuó después.
A modo de cierre, Leuco hizo un guiño a la relación entre el primer mandatario y Putin: «Alberto no dijo nada de su amigo Vladimir Putin y de las relaciones carnales que le ofreció, pero agradeció a China que siempre los apoyó en los momentos difíciles. El discurso de Alberto fue un espejo de su patética realidad. Es menos de lo mismo. No conformó a nadie. Ni a Cristina. Y eso que gobierna para ella».