Fuertísimo. Así fue el descargo que dejó Cristina Pérez en su programa de Radio Rivadavia, Cristina en el Medio. Siempre dispuesta a decir lo que piensa sin filtros ni tapujos, hizo un duro análisis sobre la situación delicada que se está viviendo en Ucrania. Ante el estupor del mundo entero debido a la invasión rusa, realizó un editorial que generó preocupación.
«Hemos despertado en un mundo donde en vez de leer contagios por COVID hemos empezado a leer niveles de radiactividad. De la Organización Mundial de la Salud a la Central Internacional de Energía Atómica. Ucrania no está lejos. La posibilidad de un latente desastre nuclear de proporciones que multiplicarían por diez la destrucción de Chernobyl la ha acercado de manera dramática a cualquier confín del planeta. Más que nunca en la historia, ningún país es una isla, ninguna persona es una isla. El ataque de las tropas rusas al complejo nuclear de Zaporizhzhia, la más grande de Europa, generando un incendio, abrió el camino para que tropas de ese país tomaran su control», aseveró la periodista.
«La metodología tiene el sello estratégico de Vladimir Putin: si no hay una excusa, crearla, para incursionar en donde se propone y fortalecer su posición. Antes de que la invasión a Ucrania fuera una realidad infernal, se analizaba la posibilidad de que generara un peligro que hiciera inevitable el ingreso de sus soldados con el pretexto de la seguridad regional, para enmascarar una avanzada con otros fines. El objetivo ahora es mucho más macabro. Según el Presidente de Ucrania, una explosión allí podría directamente terminar con Europa. Con un ataque quirúrgico que escala el peligro a todo el continente, Putin ha logrado involucrar por la fuerza y el peligro a quienes hace sólo unas horas intentaban mantener el diálogo. La ominosa advertencia del Presidente Emmanuel Macron no tardó en convertirse en una realidad: ‘Lo peor está por venir'», replicó.
Inmediatamente, Cristina Pérez volvió a apuntar contra Vladimir Putin
«No cabe a las operaciones de la razón dilucidar cómo un hombre puede volverse un exterminador. Ciertamente necesita poder militar y lo tiene, pero escapa a cualquier sensatez entender por qué se ha embarcado en un juego mortífero del que ya no tiene retorno, como si no tuviera nada que perder. Los análisis de motivaciones personales, de carácter emocional o de salud no pasan por ahora el terreno de lo hipotético y de lo inútil. Sus acciones, en cambio, son tan reales como espeluznantes y ha tomado a Europa de rehén. Estamos en las puertas de la Tercera Guerra Mundial«, advirtió.
«Las personas comunes, que con más o menos conciencia miramos espantados el retroceso de la raza humana a su noche más oscura, nos esforzamos por ver en la acción pacífica alguna llave de la que no sabemos con certeza. Queremos creer. Queremos pensar que hay un límite para que otros jugadores de poder abandonen la quietud e intenten una disuasión si no lo están haciendo ya. Desde Hitler, ningún país había desplegado una maquinaria destructiva y amenazante en forma abierta para invadir otras naciones como la que hoy atestiguamos. En estas horas, el ex presidente de EEUU, Donald Trump, quien hasta hace poco ostentaba vínculos amistosos con Putin, calificó de ‘Holocausto’ la invasión de Rusia a Ucrania. Hace sólo días había llamado ‘astuto’ al líder ruso por su movida militar», comentó la conductora.
«No sabemos cómo termina esta historia y si las predicciones más apocalípticas pueden tener lugar. Como dice la revista The Economist, ‘Debe ser incomprensible para un cínico dictador’ que el pueblo de Ucrania esté ‘dispuesto a morir por su derecho a elegir su propio destino’. Si la historia es la historia de la lucha del hombre por su libertad, ellos están librando la última gran batalla. Por ahora, el resto es silencio», finalizó Pérez.