Realmente movilizante. Así fue lo que vivió en «La Peña de Morfi«, más precisamente en Telefe, donde homenajearon a Gerardo Rozín, el conductor emblemático del formato de entretenimientos, que se robó el corazón de los argentinos. Fue su pareja, Eugenia Quibel, quien también es locutora del ciclo, una de las encargadas de recordarlo.
«Mi compañero. Un maestro, también. Nos elegimos hace muchos años en la radio y en la tele», aseveró en el inicio de la emisión tan especial. Minutos más tarde, siguió dando detalles que conmocionaron a todos. «Nos conocimos en la radio, nos encantaba hacer radio juntos, ahí era un tipo diferente», afirmó ante la mirada atenta de todos los presentes.
«Hacía programas inolvidables y la audiencia lo seguía, ponía el corazón sobre la mesa, estudiaba igual que lo hacía para el programa y siempre con a pregunta adelante, ‘¿para qué venimos?’ si no le cambiamos un poco la vida al que está del otro lado, no tenía sentido», sostuvo Eugenia Quibel en el homenaje del que participaron Jésica Cirio, Julieta Prandi y Zaira Nara.
«Lo conozco desde hace trece años y aprendí un estudio distinto, cuando me convocó para el off de la Peña me dijo: ‘quiero hacer radio en al tele’ y fue de las experiencias profesionales más hermosas. Hoy es difícil para mí y para todos estar acá y hacemos este homenaje porque es lo que él quería», aseveró la locura delante de las cámaras.
Su mensaje en redes
Fue en su cuenta de Twitter, donde a días de su muerte, lo recordó de la mejor manera. «¿Qué es ser valiente? Enterarse una mañana de una noticia horrible y darle pelea hasta el final. Aferrarse a la vida y aceptar que un día se termina. Transitar el proceso sostenido por afectos, familia y rodeado de amigos. Recibir amor y dejarse abrazar. Llorar, putear, luchar y pensar las mil y una alternativas. Eso sos», aseveró.
«Tus ideas brillantes con salidas ocurrentes, las sugerencias generosas para quien buscara tu opinión, tu humor distinto, tus ironías, tu orgullo rosarino y un poco uruguayo también, las playlists de Frisell y Pizzarelli, ‘el dolor auténtico, la alegría sin una mancha’. Y cada uno de nuestros momentos, los descubrimientos gastronómicos (los buenos y los fiascos), los viajes, hacer equipo en la radio, en la tele y en la vida, y una lista de motivos íntimos que me hicieron enamorarme de vos. Brindo por vos, canalla», finalizó Eugenia.