Los servicios de inteligencia estadounidenses reportaron este martes que el presidente ruso, Vladimir Putin, se encuentra «frustrado, aislado y furioso» porque la invasión a Ucrania no salió como la había previsto. Durante los últimos días el líder del Kremlin amenazó con un posible conflicto nuclear y redobló la apuesta a Occidente con un cóctel de sanciones.
En una exposición a legisladores norteamericanos, el director de la CIA, William Burns, señaló que el mandatario de Rusia está determinado a controlar Ucrania al tratarse de un asunto de «profunda convicción personal» para él. «Ha estado cocinándose en una inflamable combinación de agravio y ambición durante muchos años», enfatizó sobre las ambiciones del líder del Kremlin.
El pasado 24 de febrero Vladimir Putin ordenó una «operación militar» en su país vecino y lanzó una ofensiva relámpago primero en zona de frontera para luego avanzar a la capital Kiev. Sin embargo, a 13 días del inicio del conflicto bélico las tropas y civiles ucranianas resisten en distintos puntos del país y, en especial, en la principal metrópolis del país. Este escenario está lejos de ser el diagramado por Moscú.
«Putin está enfadado y frustrado en este momento. Probablemente redoble la apuesta y trate de reducir al ejército ucraniano sin pensar en las bajas civiles», indicó el hombre de la CIA en una audiencia en el Congreso norteamericano, según la CNN en español. Durante los últimos días, el Kremlin profundizó su embestida con misiles aéreos sobre distintos objetivos civiles e, incluso, su desoída al pedido de cese al fuego retrasó por más de 48 horas la instalación de corredores humanitarios seguros para que miles de personas escapen de la guerra.
Por otro lado, la CIA ahondó sobre el hermetismo que mantiene Rusia y dijo que Putin recortó aún más su círculo íntimo, al que consideró una influencia peligrosa. El «sistema» creado por el presidente ruso de un círculo de asesores cercanos está volviéndose «cada vez más estrecho», explicó el director de la agencia de inteligencia. Y agregó: «En este sistema no se ha demostrado que la gente cuestione o desafíe su juicio».
Aislado del mundo
Desde su primer golpe a Ucrania, el hombre fuerte de Rusia se encontró con una ola de rotundos rechazos que desencadenaron en sanciones -principalmente económicas- que lo dejaron aislado como nunca antes. Occidente golpeó de llenó las finanzas moscovitas a través de la expulsión de bancos rusos del sistema SWIFT, el congelamiento de los activos del Banco Central ruso y todos los monarcas cercanos a Putin, entre otras medidas. En las últimas horas se sumó la decisión de EE.UU. de dejar de comprarle petróleo y, se prevé, que gran parte de los aislados siga ese camino.
«Evaluamos que Putin se siente agraviado porque Occidente no le dé una deferencia apropiada, y percibe esto como una guerra que no puede darse el lujo de perder», consignó la directora de la Inteligencia Nacional, Avril Haine, sobre el impacto de las sanciones. Como respuesta a esta embestida, el líder ruso lanzó una serie de advertencias a los países que se entrometen en el conflicto con Ucrania.
Asimismo, presentó un listado con los países que considera hostiles -con USA y la UE a la cabeza- y anticipó que les pagará sus deudas en rublos, la moneda local que se desplomó un 45% en un puñado de días. Se trata de la primera represalia concreta de Moscú a Occidente por fuera del plano bélico aunque una de las amenazas más resonantes de Putin es la de un posible ataque nuclear.
“Ruido de sables nuclear de Vladimir Putin”
Por otro lado, la comunidad de la inteligencia de Estados Unidos advirtió sobre la posibilidad de que Putin arremetiera en su contra, especialmente considerando una elevada amenaza nuclear. El teniente general Scott Berrier, director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa del Pentágono, indicó que, bajo el mandato de Putin, Moscú modernizó su músculo armamentístico y ha «invertido en armas tácticas nucleares». «Creo que él piensa que esto le da una ventaja asimétrica», enfatizaron desde Washington.
El presidente ruso tomó días atrás la sorpresiva decisión de poner en máxima alerta a las fuerzas nucleares de Rusia. Estados Unidos y sus aliados de occidente expresaron su preocupación por un posible conflicto de este tipo y en la Casa Blanca hablaron incluso de una posible orden desde Moscú de desplegar mini bombas nucleares en alguna ciudad para concretar una parte de la amenaza. En Estados Unidos, se habla «ruido de sables nuclear de Putin» ha puesto a Occidente sobre aviso.
