La invasión de Rusia a Ucrania no para y una de las preguntas es si este conflicto puede derivar en una guerra nuclear. Rafael Grosi, director general de la Agencia de Energía Atómica de la ONU, explicó que «existen los riesgos que emanan del hecho de que hay un conflicto armado en un país donde existen muchas instalaciones nucleares pacíficas».
Esta mañana en diálogo con Eduardo Feinmann, conductor de Y Alguien tiene que decirlo en Radio Mitre, el entrevistado hizo hincapié en que «Ucrania depende totalmente de la energía nuclear para su vida» y precisó que «todas esas instalaciones obviamente tienen material nuclear». «En caso de sufrir alguna consecuencia relacionada con el conflicto armado podría haber un accidente nuclear como la liberación de radioactividad en la atmósfera», alertó.
¿Puede o no desatarse una guerra nuclear?
En ese marco, el funcionario aseguró que «estoy en una consulta paralela con Ucrania y Rusia para tener un acuerdo marco. El objetivo es proteger las instalaciones nucleares para que no sean víctimas colaterales de este conflicto». No obstante aclaró que «las probabilidades de que esto devenga en una guerra nuclear son muy bajas». «Hay otras cosas que son paradójicamente las más probables, por ejemplo que se interrumpa el flujo eléctrico que le llega a la central», adelantó.
«Si se cae el suministro eléctrico la central deja de ser refrigerada. A partir de eso puede haber un derretimiento del núcleo del reactor con consecuencias gravísimas sobre el medio ambiente», advirtió. Sobre la central nuclear que sufrió el ataque, detalló que «Saporitzia es mucho más moderna que el reactor que tuvo el accidente en el año 86 -Chernobyl. «Los reactores hoy tienen una enorme protección». Además, añadió que «aquel viejo reactor del año 86 no tenía contención ninguna. Donde el núcleo del reactor, donde está el material nuclear que salió para afuera y contaminó tanto, no tenía ningún tipo de conexión».
Argentina y la experencia con Malvinas
Para concluir se centró en Argentina y resaltó que «nosotros tenemos la experiencia de Malvinas. Sabemos lo que es que un territorio que uno considera propio esté ocupado por ajenos». «Cuando uno tiene que negociar con ajenos se cuida mucho de lo que va a firmar, porque lo que firme no quiere que legitime la presencia que considera ilegal», recalcó. Es por eso que afirmó que «los ucranianos están muy cuidadosos de lo que firman, y los rusos también por otras razones».
