El presidente de Francia, Emmanuel Macron, advirtió que “lo peor está por venir”, luego de que Rusia tomara la ciudad de Jerson y avanzara hacia otros puntos del país. El mal pronóstico para Ucrania se debe al diálogo que el mandatario francés tuvo con su par ruso, Vladimir Putin. Este le expresó su determinación en seguir con la ofensiva y de “tomar el control” de todo el país.
Acorde a Télam, la conversación duró, aproximadamente, una hora y media. Luego de la tensa discusión, Macron comunicó a los medios franceses que la operación rusa se desarrolla «acorde a los planes» de Putin y que podría «intensificarse» si los ucranianos no aceptan sus condiciones. Es el tercer diálogo que entabla con el jefe de Estado ruso y, por ende, la tercera vez que insiste en desistir con el conflicto bélico.
Asimismo, Emmanuel Macron indicó que las intenciones de Rusia consisten en desmilitarizar Ucrania para otorgarle un estatus de neutralidad, de manera que nunca sea una amenaza para Rusia. «Cometen crímenes de guerra, incluida la colocación de equipos bélicos en barrios residenciales y el uso de la población civil como escudo humano», destacó.
Pese a las sanciones que ya pesan sobre la nación rusa, Vladimir Putin tiene el propósito de avanzar sobre el resto del territorio, aunque esto signifique la violación de acuerdos internacionales y de fronteras. El presidente de Francia insistió con que su país tendría graves consecuencias si no depone las armas, pero, así como pasó con la Unión Europea (UE), el diálogo no mostró signos de avance o acuerdo.
Postura de Rusia
El Kremlin, por su parte, amplió lo que dijo Putin. «Se enfatizó que los objetivos de la operación militar especial se cumplirán en cualquier caso, y los intentos de ganar tiempo prolongando las negociaciones solo conducirán a demandas adicionales a Kiev en nuestra posición negociadora», explicaron las autoridades, quienes persisten con la guerra para que Ucrania desista de entrar a la OTAN.
Además de la desmilitarización, Rusia propone una “desnazificación” en el territorio ucraniano. «Glorifican a criminales de guerra y olvidan los monumentos de víctimas del fascismo», sostuvo el ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, y justificó la operación militar al decir que «los neonazis tomaron el poder en 2014, y esta ocupación debe parar».