El acuerdo entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya logró media sanción con su aprobación en la Cámara de Diputados. Sin embargo, todavía no está aprobado por completo ya que falta el 50% que le corresponde a la Cámara de Senadores. En este contexto inició el debate esta tarde con la presencia del ministro de Economía, Martín Guzmán, en el Congreso de la Nación.
Uno de los temas más polémicos sobre este entendimiento es la suba de impuestos que está pactada con el organismo aunque el ministro aclaró que la responsabilidad absoluta de la manera en la que aumentarán los servicios y en qué medida es de Alberto Fernández. «No hay ningún compromiso en el contexto del programa asumido con el FMI sobre impuestos o retenciones», advirtió.
En este mismo sentido, detalló que «el programa contiene una serie de metas y compromisos de política económica generales, pero después es la responsabilidad del gobierno nacional el diseño y la ejecución de un número de aspectos grande que implican la capacidad de cumplir con los compromisos que se toman en el programa».
Como si esto no fuese un mensaje claro, el funcionario reiteró que «es el Gobierno nacional el que define un conjunto de políticas fiscales amplias para los objetivos que se tracen» según difundió NA. Esto también aplica para la suba de retenciones a la soja, trigo y aceite, una de las medidas que podría adoptar el Estado teniendo en cuenta sus últimos movimientos y los rumores que salen desde el sector agropecuario.
El silencio de Martín Guzmán
Si bien le tiró la pelota a Alberto Fernández sobre una posible suba de impuestos o retenciones, el ministro hizo silencio cuando le preguntaron si en el Gobierno había intenciones de llevar adelante esa medida. Más allá de esta no respuesta, se sabe que la tarifa de gas subirá alrededor de un 40% mientras que la electricidad y agua tendrían el mismo destino.
Por otro lado, en el campo advierten que pueden llevar las retenciones del 31 al 33%, lo que implicaría un incremento de 400 millones para el fisco. Detalle a tener en cuenta es que los agropecuarios son los que más aportan al Estado y amenazan con hacer un paro general en caso de que busquen avanzar con esta medida. Frente a esto, Alberto Fernández y su equipo de dirigentes deciden tratar el tema con cautela.