Como todos los días, Andy Kusnetzoff llegó a Radio Urbana Play para llevar adelante una nueva emisión de Perros de la Calle. En esta oportunidad, el conductor recibió en el estudio a Joaquín Furriel, para conversar sobre la nueva obra que está protagonizando. Sin embargo, en un momento el actor sorprendió a todos al hacer una confesión al aire.
Durante la conversación con Joaquín Furriel, Andy Kusnetzoff le pidió que cuente una anécdota que tiene el actor con los teléfonos mientras hacía Hamlet. Entonces, el invitado comenzó explicando que «la Martín Coronado, es una sala en la que entran 950 personas, entonces tenes un público variado. Tenés público que entiende que la obra hay que escucharla, y si alguien hace un sonido le dicen ‘sh'».
«Estaba en medio de un monólogo, muy metido, y de repente empiezo a escuchar un ringtong. Se fue todo al caraj…, me quedo callado y empiezo a escuchar que le gritan ‘apaga el teléfono’. Se empieza a pelear la platea, entonces yo me salgo del personaje y digo ‘por favor, no discutamos, estamos en el teatro’, tiro una buena onda. Cuando termino, digo ‘por favor, vamos a concentrarnos todos porque es un esfuerzo que tenemos que hacer todos para que esta experiencia la podamos vivir'», continuó contando.
Luego, explicó que volvió a empezar el monólogo, pero volvió a sonar el teléfono. Entonces confesó: «Ya bajé los brazos. Entonces en un momento digo ‘apagá el teléfono, si no sabe, que alguien la ayude’. Termino eso, me doy la vuelta y voy hacia el fondo diciendo ‘muy bien Joaco como manejaste esto’, y me gritan ‘¿quién te crees que sos Joaquín Furriel?’. Tragué saliva y me quedé en el molde, y la sensación que tuve es que estaba en la mitad de una sala de aterrizaje, era inmensa la sala, de lo chiquitito que quedé».
«Ahí asumí la humillación, dije ‘es humillante lo que estoy haciendo, ser actor es humillante, ¿qué necesidad tengo de estar contando esto y que me aplaudan? ¿soy un niño? ¿no crecí?, todo mientras caminaba para atrás. Giré y dije el diálogo con tanta carga que se fueron callando, la función fue espectacular, terminó con un aplauso memorable», compartió Joaquín Furriel.
Sin embargo, luego sorprendió a todos al contar: «Me fui al camarín, me miro al espejo y digo ¿Quién sos? me fui raro esa noche, me fui a dormir raro, porque me sentí humillado. Cuando se rompe la ficción es como un nene que está jugando y le decís ‘no jugás más con el revolver’, le desarmaste lo que había creado. La actuación tiene mucho de humillación en el buen sentido, estás expuesto a eso».