La invasión de Rusia a Ucrania ha puesto al mundo en vilo. Gran parte del planeta tierra ha condenado públicamente el accionar comandado por Vladimir Putin. En muchos países han tomado medidas para aislar cada vez más al invasor. Por parte de Argentina se ha visto un vaivén en su posición que las palabras del Canciller, Santiago Cafiero, exponen las contradicciones.
Se sabe que Argentina es un gran socio de la Federación de Rusia. A principio de febrero el Presidente visitó Moscú y se reunió con Vladimir Putin. Allí lo invitó a que «entre» a Latinoamérica a través del país. Le propuso que «Argentina sea la puerta de entrada». Las afirmaciones de Alberto Fernández y el estallido de la invasión ruso, puso en una encrucijada al país.
Al principio del accionar militar por parte de Rusia a Ucrania, Argentina, a través de su Portavoz y Cancillería, «condenó» el «conflicto». Desde Casa Rosada trataron de evadir una tajante denuncia a Vladimir Putin. El único que fue concreto sobre el tema, fue Sergio Massa. El presidente de la Cámara de Diputados juzgó el ataque como «uno de los hechos más graves de las últimas décadas».
Pese a la liviana crítica, la postura argentina pareció modificarse cuando Santiago Cafiero habló en la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El Canciller comunicó: «La Argentina reitera a la Federación de Rusia que cese inmediatamente en el uso de la fuerza y condena la invasión a Ucrania así como las operaciones militares en su territorio».
Cuando parecía que el país se encolumnaba a favor de Ucrania y los países que juzgan el accionar de Rusia como «invasión», Cafiero volvió a cambiar. En una entrevista radial, el diplomático tuvo una variante en el discurso dado hacía pocas horas: «El único alineamiento que tiene la Argentina son los intereses de los argentinos. Esa es la política exterior de nuestro país», indicó.
«Acá no hay que elegir bandos. Lo plantean tipo bandos, guerras y lo que Argentina dice es otra cosa. Tiene que regresar un estado de acuerdos. Tienen que recurrir a la diplomacia como herramienta para dirimir conflictos, pero no es un alineamiento para ninguno de los dos lados», explicó el Canciller argentino. Tras los dichos, pone nuevamente a la Argentina como un país que no se atreve a denunciar a Putin.