"No puedo ir a visitarlo": Reneé, la hija de Alberto Cormillot conmovió a sus seguidores al hablar de su padre ESPECTÁCULO El Intransigente

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«No puedo ir a visitarlo»: Reneé, la hija de Alberto Cormillot conmovió a sus seguidores al hablar de su padre

Dejó un mensaje muy especial, donde recordó una de las actividades preferidas que tenía de niña, y que realizaba junto al doctor.

Lo quiso compartir con cada uno de los cibernautas. Fue en sus redes sociales, más precisamente en su cuenta de Instagram, donde Reneé Cormillot, la hija mayor del reconocido y prestigioso médico Alberto Cormilllot, habló de la imposibilidad que se le presenta para ir a ver su padre en estos días, dando a conocer momentos emocionantes que vivía junto a él, cuando era tan solo una niña. 

“El primer gran amor de toda niña es: papá. El héroe más valiente para toda niña es: papá . Él es quien sabe todo, soluciona todo y nos deslumbra cada día. Cosa que muchos de ustedes ni sabrán de qué hablo, de niña con mi papá íbamos mucho a la calle Corrientes, recorríamos las librerías, entrabamos a una por una”, comenzó asegurando la proteccionista animal.  

“Nos íbamos repletos de libros, libritos, cuadernillos y algún que otro disco de vinilo, obviamente.  Los fines de semana leíamos luchas letras de tango. Teníamos un montón de cuadernillos con letra y música de unos cuantos tangos y mi favorito era un cuadernillo de Alfredo Le Pera. También leíamos poesía y memorizábamos las favoritas”, sostuvo Reneé Cormillot mostrando justamente la tapa del ejemplar. 

Pero esto no fue todo, ya que inmediatamente fue por más. “Papi me deslumbraba con la magia de las reglas mnemotécnicas y así recordábamos poesías porque sí y poesías clásicas de la escuela. Tenía decenas de hojitas con dibujitos que me llevaban a ‘decir’ a la perfección una poesía. Al famoso ‘pase a decir la poesía’ no le teníamos miedo”, comentó la también cocinera. 

“Uno de los libros que más leíamos para nosotros es «Los titanes de la poesía universal» y nuestra poesía favorita es ‘Era un jardín sonriente’ de Serafín y Joaquín Álvarez Quintero. Ando melancólica porque con esto de no poder salir de casa, no puedo ir a visitarlo y se ve que ando extrañando porque hoy me fui a buscar mi copia del libro y leer aquella poesía que alguna vez me supe de memoria”, finalizó.  

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